Después del accidente ella no volvió a ser la misma, dicen que era una chica agradable, siempre riendo, ayudando a los demás “Consuelo venía a la tienda y me ayudaba a organizar las flores de la tienda –recuerda doña Esperanza- venía todos los días temprano” dicen que el ambiente siempre estaba inundado por su carisma y alegría, su sueño era ir a la gran ciudad y convertirse en una Dra. Veterinaria, “le encantaban los animales” –dice Pablo el que ordeñaba las vacas- el día de realizar su sueño llegó al fin, todos compartían el mismo sentimiento agridulce, no querían que se marchara, pero al mismo tiempo deseaban que ella realizara su sueño.

Hubo una pequeña celebración, donde familiares y amigos compartieron entre risas y lagrimas los últimos momentos, antes de la partida le dieron muchos regalos y consejos… hasta que llegó el autobús que la llevaría a su ansiado destino, el autobús de las 6:00pm salió a tiempo ese día, pocos se imaginaban lo que estaba a punto de suceder, el infarto que sufrió el conductor del autobús, no solo lo afectó a él, sino a los 10 pasajeros que angustiados observaron como el vehículo fuera de control se despeñaba hacia el vacío… 3 personas sobrevivieron… Consuelo volvió a su casa, después de 6 meses en el hospital, no quería que nadie observara su cara marcada por la tragedia y por ello siempre llevaba el rostro envuelto en un paño, y se lamentaba constantemente.