# Jamás digas "No"; El Multiverso nunca lo entendió, lo entiende ni lo entenderá (Parte I)

Nací en Chipre, Nicosia, en 2711, el 29 de febrero. Cuando tenia unos tres años mis padres en una misión de trabajo fueron asignados a volver a su tiempo-espacio de origen, que era 29.000.000.000 antes de Cristo, o mejor dicho antes de nuestra era actual, más o menos. Mis queridísimos padres no eran de esta época, ni siquiera de este planeta; bueno al menos mi mamá; mi papá era relativamente de este planeta, digamos. Mi mamá había venido de otra dimensión de la cual para llegar a este planeta tenia que pasar por un portal existente en la luna, que se habría justo 23 horas antes de lo que sería la luna llena (luna llena si es vista desde la Tierra), justo a 11 grados de la constelación de Orión. Como imaginaran no era fácil viajar para mamá, con unas condiciones tan exactas. En cambio, mi papá era un simple experimento científico fallido, de digamos, colegas de mamá.

Mi papá después de ser construido y formado hasta llegar a una edad de casi total madurez física. Antes de comenzar a realizar acciones de especies similares, mostró a sus creadores altos niveles de raciocinio y de entendimiento mayores de lo que se esperaba. Estos seres se dedicaron como experimento a estudiarlo con esmero, pero cometieron un gravísimo error: explicarle las cosas más básicas del multiverso.

Una noche cuando todos estaban ocupados debatiendo de como este “experimento” tenia capacidades que otros experimentos fecundados similares jamás habían mostrado, paso algo inesperado. Durante este excitante debate, mi papá, con los conocimientos extremadamente básicos que poseía, se escapo de su confinación. Al salir de aquel lugar que lo apresaba corrió tanto como pudo, tanto como le permitieron sus piernas, cada paso era una experiencia nueva fuera de aquel lugar, donde se referían a él como “Exo 272819”. Piel morena, algo pálida, desconocía el sol, bien alimentado lo suficiente para no estar gordo, no se podía quejar comía diariamente, la misma comida, pero al menos comía, ojos redondos y pelo negros, nariz y hombros anchos, labios, cejas y dedos gruesos con manos grandes, un verdadero, sorprende y rápido entendimiento, con una capacidad interesante de construir cosas y solucionar problemas, con materiales rudimentarios. Lo que le facilito, que mientras todos los seres Eres como ellos solían referirse a ellos mismos, seres que no podía describir, ya que siempre que se acercaban a él había demasiada luz que lo cegaba. Cuando estuvieron distraídos él pudo fabricarse una salida. Corrió hasta llegar a un lugar que parecía estar en construcción, habían enormes maquinas y seres extraños calculando donde pondrían los arboles, donde estarían los arroyos y que harían con unos huecos que comenzaban a salir por todas partes, de diversos tamaños y fondos. Lo solucionaron, convirtiéndolos algunos en pozos y otros en lagunas, estos seres de gran inteligencia aún no entendía como se formaban aquellos agujeros o porque.

Mi papá se escondió en un gran arbusto que aspiraba a ser árbol, y se quedó contemplando la luna llena con una circunferencia casi perfecta. La noche siguiente seria luna llena propiamente, (luna llena vista desde la Tierra). De pronto con gran asombro vio una bola de luz entrando a la atmósfera, pasaba tan rápido que parecía que a esa bola de luz le salia una cola, “un cometa” pensó. Justo cuando parecía que se escondería detrás de una montaña, se detuvo en seco, la luz, se hizo más potente y brillante, todo era blanco, tan rápidamente como se puso todo blanco, desapareció. Todo para mi papá parecía quedar en una profunda y absoluta oscuridad hasta que sus ojos comenzaban a acostumbrarse de nuevo a ella. Vio como descendía una criatura entre la oscuridad, al verla se sorprendía, era muy parecida a él, esta criatura, pero de alguna forma lograba el elevarse entre los cielos, justo sobre el lugar del cual él, gustosamente había escapado.