Agridulce

Creo que simplemente hare una narración del día por el cual acabo de pasar, y básicamente entenderán el porqué de algunas cosas, y la visión que tengo sobre diversas realidades y ámbitos en los que básicamente, le estoy intentando echar bolas desde hace un tiempo para acá.

Probablemente sea algo desordenado, incluso alterne historias, pero es una de mis características principales; todo el que me conoce y que sabe que hablo hasta por los codos, también sabe que mis historias casi nunca tienen fin, y es parte de mi déficit de atención, grado mil; pero para mi suerte es al parecer el común denominador en nuestra generación, puesto que todos mis amigos hacen lo mismo, e incluso aquellos que se burlan porque me pasa; bichos, a ustedes les pasa también.
En fin, probablemente el momento más impactante del día fue el incomparable metro, creo que si yo uno mis anécdotas, con las anécdotas de con quienes comparto el vehículo, escribiríamos un “best seller” que sintetiza todos los géneros imaginables, y no exagero, porque somos capaces de experimentar el amor, conociendo un crush fugaz en un vagón de metro; también somos capaces de reír, llorar, sudar, y sentir miedo.

Pero hoy mi historia tiene un toque agridulce, y lamentablemente creo que mi vida en general esta así, y tal vez muchos sientan lo mismo. Tenemos muchas razones para sonreír, pero a su vez muchas también para estar cansados.

Resulta que se ha subido una chamita, no más de 15 años, pero tampoco menos de 12, y con una voz bastante particular nos da los buenos días, mi primera reacción es ignorar, porque básicamente presencio la misma escena de muchas formas y muchas veces, lo que realmente me hace cuestionar la involución social que vivimos, como sorprendentemente nos sucumbimos en un crisis socioeconómica, y de paso política, cuya salida esta cuesta arribas, a un nivel K2 de la cordillera del Himalaya. Aunado a un ciclo de vida, en el que intentas educarte arrechamente, buscas instruirte y crecer como nadie, para despegar a un post grado que te asegure el trabajo y la estabilidad de tus sueños; esto, en paralelo a una vida familiar, social y recreacional necesaria para no sobresaturarme de responsabilidades y un pequeño gran plus, llamado situación país; Hey, debemos recordar que mantener la compostura y tener inteligencia emocional durante todo este proceso es parte de los requisitos para el éxito.

En fin, cuando esta niña dice que está a punto de cantar una canción religiosa, seguí ignorando, pero esta vez subiendo el volumen de la música, que irremediablemente tuve que bajar cuando escuchaba muy a lo lejos una voz que sabía que llamaría mi atención, me quite un audífono para cerciorarme de lo que estaba escuchando, distinguí un poco más la sensación, pero nuevamente me vi obligado a quitarme el segundo audífono, y presenciar lo que fue un momento único, en el que la vida me dio 1 lección y 1 bofetada, fui prejuicioso. Una áspera, poco educada, pero a la vez tan melodiosa y particular voz, salía de su boca, acompañando a la letra perfecta para la ocasión.

Levante mi cabeza, vi a los lados, solo para estar seguro de que no era el único sorprendido, al parecer solo tres personas apreciábamos lo que nuestros oídos estaban escuchando, volví mi mirada a ella, y simplemente disfrute de la canción.
Vaya, cuanto talento oculto, cuántas vidas que pasan desapercibidas y cuantas mentes brillantes que jamás tendremos la dicha de conocer. Hace un tiempo ya tuve la oportunidad de leer que uno de los lugares más ricos del mundo, es un cementerio; evidentemente, mi reacción es exacta a tu reacción para cuando escuche la expresión aquella vez, pero después entendí su significado.

JR Núñez