Para comenzar las aguas residuales son aquellas las cuales son generadas por residencias, instituciones y locales comerciales e industriales. Éstas pueden ser tratadas dentro del sitio en el cual son generadas o bien pueden ser recogidas y llevadas mediante una red de tuberías y eventualmente por bombas a una planta de tratamiento municipal.
El tratamiento de aguas residuales consiste en una serie de procesos físicos, químicos y biológicos que tienen como fin eliminar los contaminantes físicos, químicos y biológicos presentes en el agua efluente del uso humano o industrial. El objetivo del tratamiento es producir agua limpia en el ambiente y un residuo sólido convenientes para su disposición final.
Es por esto, que los equipos utilizados en los procesos de tratamientos de aguas residuales no escapan de la aplicación del mantenimiento, pues se trata de equipos que deben estar en constante operación, paralelos al proceso de producción en el caso del nivel industrial, en donde intervienen factores ambientales y sanitarios, es decir, mientras la planta industrial esté en funcionamiento, este proceso de saneamiento de las aguas no se detiene. Por ello, el mantenimiento evita el colapso del proceso de tratamiento y permite la realización de las demás actividades de las empresas.
Por otra parte los sistemas autogeneradores de energía están destinados a proporcionar energía a instalaciones eléctricas en forma independiente de la red pública o en combinación con esta. La energía eléctrica es generada mediante el uso de un motor de combustión interna y su propio generador, partiendo del aprovechamiento del gas generado como efluente en el proceso de tratamiento de aguas residuales.
El biogás es un gas que se genera en medios naturales o en dispositivos específicos, por las reacciones de biodegradación de la materia orgánica, mediante la acción de microorganismos (bacterias metanogenicas, etc.), y otros factores, en ausencia de oxigeno (esto es, en un ambiente anaeróbico). El producto resultante está formado por metano (CH4), dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO) y otros gases en menor proporción.
A pesar que son previsibles los cambios tecnológicos de importancia en biogás en los próximos años (particularmente reducción de los costos de inversión inicial y aumento de la confiabilidad) es posible y necesario definir y describir las zonas y áreas de impacto desde el punto de vista social, económico y físico donde esta tecnología pueda tener éxito (o donde sea mínima la posibilidad de fracaso).
El resultado de estos estudios y la prevalencia de las zonas donde sea factible la tecnología propuesta darán una señal mas clara para determinar la importancia del biogás en el desarrollo energético del país.