Muerte y Resurrección (Parte 2)

.2. Las vacunas

Desde que pasamos San Carlos - Edo. Cojedes, las alcabalas fueron parte integral del viaje y por ende las vacunas "pal'fresco" que pagó la "tripulación"del microbús (quién sabe que podrían ocultar en el porta equipaje, porque no se dejaron requisar ni una sola vez). En todo el camino se escuchaba el pedido infinito de música que hacía el grupito sentado en "la cocina" (así se le dice en Venezuela a la última fila de asientos de un autobús, que jamás sería atendido. Si lo pienso bien, quizá la tripulación cuidaba a los que iban sin pasaporte en vista que eran ellos los que los iban a pasar por la frontera.

Entretanto, me preguntaban cómo me sentía y como iba la vía...me limité a escribir "comer, pensar, dormir". ASí transcurrió la tarde y la noche, me despertaba a cada alcabala (serían unas 10) hasta llegar San Antonio del Táchira. El "asesor de viaje" que asistió a mi novia para cruzar se encontró conmigo y un compañero de viaje con rumbo a México a las 4:30 am.

Arnaldo, el asesor de viaje, me ayudó con una de las maletas, que se partió al bajar del microbús. Comenzamos a hacer la cola para sellar pasaporte en la aduana a las 6 am y a las 9 am nos enteramos por otras personas que la cola no avanzaba porque estaban cobrando entre 20 y 30 US$ y eso, a pesar que el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) y el Comando Nacional Anti Extorsión y Secuestro (CONAS, que irónico y gracioso) apresaron a unos cobra vacuna hace dos semanas. Así fue pasando el tiempo mientras conocí a gente de Maracaibo, San Cristóbal, Puerto Ordaz, Valencia y hasta un nativo de Medellín. Hicimos muy buen grupo.

A la 1 me tocó el turno de sellar, con toda emoción presento mi pasaporte virgen y me dicen: tu pasaporte esté anulado...ahí, la muerte poética del 14 casi se convierte en realidad (pensé en lo que había dejado, invertido, mi familia, mi antiguo empleo, tuve miedo de quedarme, tener que regresarme con las manos vacías, en la sorpresa que iba darle a mi novia que estaba a punto de desbaratarse, en lo que me esperaba al otro lado del puente, el viaje, el dinero en efectivo que debía conseguir para volver). Yo le explico a la señora que me atiende que mi pasaporte no es nuevo, es una renovación, su respuesta fue que para poder ayudarme debía presentar copia del boleto, de la cédula de identidad y del pasaporte.