Cuán pocos de los que se  divierten a la hora...

El último rayo de una linterna.
Es una pena que Nietzsche no estuviera aquí conmigo.
Ahora más que todas las ilusiones.
Pantalla borrosa de color.
Están esperando a sus madres en casa.
Imparable amor por la vida.
Nos quedamos hasta la mañana en el porche,
Que sea culpable.
Hierba esmeralda, brocado crujiente,
Completado, y estaré desconsolado.
Cafe en el almuerzo
Y no caigas ante la tormenta imperiosa.
Fue el mismo carrusel
No te conocí y no te vi antes
Aunque lo admito, no vino de inmediato.
Pero recordaré los días, yo.