Solemos esperar el "momento" adecuado para decir o hacer algo, para tomar una decisión o para atrevernos a ser honestos con nosotros y los demás. Solemos esperar una señal, un pequeño detalle que sin saber que pueda ser, creemos que lo entenderemos cuando por fin aparezca y en función a eso actuar ya que ese será "el momento adecuado". Muchas veces por esta razón dejamos pasar oportunidades que se nos presentan a diario, nos volvemos ciegos mientras esperamos, sin saber que esos detalles o "señales" ya están ahí, justo en este momento que estás viviendo, que no tienes que seguir esperando sino abrir los ojos, tu mente y agudizar tus sentidos para realmente puedas obsérvalos y sentirlos.
En otras ocasiones por andar esperando el mañana con tantas ansias nos despreocupamos de atender en el presente a aquellos a quienes amamos y no es sino hasta cuando ya no podemos verles más que nos damos cuenta de ello, esperando ahora a que la vida nos regale al menos una oportunidad más para poder decirle o demostrarle todo aquello que no nos fue posible en su momento y esta espera nos ciega ante otros momentos, ante otras personas y nos puede consumir poco a poco si se lo permitimos.
Somos seres de eternas esperas pero también creo que podemos escoger actuar mientras esperamos. Olvidarnos un poco de esa condena a la que parecemos atados. Creo que podemos abrir los ojos y sentir el abanico de oportunidades y posibilidades que la vida nos presenta, para así escoger el que más nos plazca. Creo que cada día estamos en el deber de dedicarle un espacio a esas personas que tanto nos importan, mostrarles nuestro cariño, bajando la guardia para escuchar lo que realmente tengan para decirnos ese día y no esperar a que ya no estén más para buscar en cada nuevo momento esa oportunidad que decidimos perder. - AT 🌾