Serie de relatos cortos ACRONÍAS

Acronías de la tusa socialista del siglo XXI (Primera acronía: de un país imaginario "OBONTICO")

Nacimiento de la tusa socialista del siglo XXI
De no haber sido por la insólita determinación de la mayoría poblacional, aquel país no sería denominado hoy “República Socialista de la Tusa del Siglo XXI”; doscientos años de administraciones abominables abigarradas de latrocinios y corrupción, salvo algunos excepcionales gobiernos, habían desgarrado la capacidad de asombro de sus habitantes, que en un gesto inaudito de estulticia, optó por transformar aquel escenario de nación con un ejército, por una milicia acantonada en su territorio con la nación dentro.
La estupidez no fue, en este caso, genética ni étnica, sino producto de un largo proceso de aprendizaje, de oscilar entre malos gobernantes, casi todos con charreteras, medallas, cordones y condecoraciones, pero sobre todo de amnesia social: de los dos siglos mencionados de existencia, la actual República Socialista de la Tusa del Siglo XXI había sido gobernada durante cuatro décadas por civiles y ciento sesenta años en manos de las soldadescas acosadoras y predadoras del tesoro nacional.
El palacio de gobierno había estado ocupado en alternancia por diversos grados militares y todos terminaban siendo comandantes supremos, que nombraban como ministros de Educación Cultura y Deportes a cualquier Cabo Segundo, o de Ciencias Físicas, Químicas, Matemáticas y Biológicas a Sargentos o en Sanidad y Asistencia Social a los barrenderos de algún cuartel de fronteras donde se enriqueció con el contrabando de géneros; de Hacienda a cualquiera que hubiese financiado los ascensos al poder o al bodeguero que fiara el queso de año madurado para la tropa hambrienta. Ciento sesenta años de dura existencia, de luchas intestinas de caudillos ambiciosos no habían logrado acabar el alma de la antigua república que, a pesar de la barbarie y la histórica conducta predadora sobrevivía; pero bastaron tres lustros de mandato de Próculo Flequillo Moroso Calvo, descendiente adoptivo del general Victoriano Lotero, apodado, no se sabe por qué, “Mami Santa”, para que las ya diezmadas finanzas del país desaparecieran en actos de prestidigitación revolucionaria del Partido de Sociópatas Unidos (PSU), que, siendo los culpables del espantoso latrocinio, lucieran en sus caídos pechos y abultados vientres todas las condecoraciones que se tenían inventariadas, así como todos los honores imaginables, les habían sido entregado a los aventureros por los servicios prestados a la Patria, a la Revolución, al Comandante Eterno y Padre de la Patria Nueva: la mesnada había llegado para quedarse con todo y lo que no pudieran entender destruirlo hasta los cimientos.