Buenas tardes mis queridos amigos steemianos, en esta oportunidad me gustaría compartir una historia de una amiga de mi hermana que me ha llamado mucho mi atención, porque ella vive una relación homosexual, la cual no la hace tan diferente a una relación heterosexual.
Hola amigos mi nombre es Melisa, soy profesora, cuando apenas tenía 9 años de edad, supe que algo no estaba bien conmigo, ya que a pesar de ser niña, me llamaba mucho la atención las otras niñas de mi colegio, sin embargo, esto lo mantuve en secreto por muchos años hasta que me hice adulta. Soy la mayor de 4 hermanos y siempre mi madre nos decía que, los niños con las niñas y las niñas con los niños, siempre tuve el miedo de enfrentarme al mundo y dar rienda suelta a esos deseos que cada vez se hacían más fuertes, no se imaginan las ganas que deseaba estar con otra persona que fuera de mí mismo sexo.
Ya a mis 25 años de edad, no podía decirle nada a mi familia sobre mi condición sexual, siempre preferí callar y cumplir con las normas de género que mi madre siempre me recalcaba, decidí intentar relacionarme con hombre ya que veía que se me estaba pasando al tiempo, pero nunca me imaginé que sería un trampolín para tomar la decisión correcta de mi vida. Conocí a Marcos en una fiesta de cumpleaños de una amiga en común, él era un chico muy lindo y muy apuesto, pero no era lo que yo quería en ese momento, rápidamente me di cuenta que él me estaba pretendiendo y yo estaba cansada de esperar que hacer con mi vida y terminamos haciéndonos novios, al cabo de un tiempo. Al principio de la relación era todo muy bonito, me hacía sentir muy especial como mujer, de decía cosas que me hacía ver la belleza femenina que tenía, eso me dio impulso para sacar el mejor provecho de mi belleza natural, pero al llegar el momento de tener relaciones sexuales, era donde no me sentía a gusto ya que no era lo que yo quería y eso no me permitía ser feliz.
Él era muy elocuente a la hora de tener intimidad al punto de gustarme y sentirme atraída sexualmente por él, pero cuando me pidió cumplir sus fantasías sexuales, me causo curiosidad mucha de ellas, lo complacía cada vez que se inventaba algo, pero todo llego a un punto que ya no me sentía a gusto de estar con él. Hasta que por desesperación me propuso hacer un trio.
En primera instancia me negué y me dijo amor este es una fantasía que supera nuestros límites de nuestra relación y quiero que tengamos sexo con otra mujer. Al escucharlo de una vez me negué por completo de lo que me estaba pidiendo, pero por dentro me intrigaba el tener la oportunidad de estar con alguien de mí mismo sexo. Fue tanta su insistencia que no me quedo de otra que aceptar.
Cuando nos tocó vivir la experiencia, pensé que él estaría teniendo intimidad con nosotras, solo se nos quedó mirando en el sofá mientas Ana y yo nos teníamos intimidad, puedo confesar que fue la experiencia sexual más extraordinaria que me puedo pasar, Ana y yo nos compenetramos del tal forma que sucedió lo que llama amor a primera vista, le comente a Marcos que hacer un trio me gustaba mucho y el encantado acepto, pero mientras que teníamos la oportunidad de hacerlo él nunca quiso participar siempre miraba desde lejos nuestra intimidad. Solo nos miraba mientras se masturbaba.
Tiempo después entre Ana y yo fue creciendo un amor increíble y fascinante hasta el punto de que Marcos quedo por fuera de nuestra relación, decidí separarme de Marcos y comenzar ella y yo una relación juntas, pensaba que había conseguido mi alma gemela, estaba locamente enamorada de ella y ella de mí, de mi relación con Marcos tenía dos hijos con él y ha sido una relación muy hostil ya que no le puedo contar a mis hijos mi inclinación sexual y decirle a ellos abiertamente son muy pequeños aun para entender que su mama es lesbiana, es algo que a su edad aún no tiene la madurez de entender el tipo de relación que llevo con Ana y por ahora no me queda de otra que mantener muestra relación en secreto hasta que ellos y yo estemos preparados para dar este nuevo paso y poder ser feliz finalmente con ellos y Ana.
Un tiempo después decidimos mudarnos juntas y poco a poco les fuimos diciendo a mis hijos el tipo de relación que tenía su madre con Ana, ellos no entendía un poco lo que sucedía ya que veían en sus amiguitos, un papa y una mama y nosotros teníamos un papa y dos mamas.
Dos años después, Ana me da la triste noticia para mí porque que donde ella trabaja le están dando la oportunidad de trabajar en el exterior, eso me cayó como un balde de agua fría, no quería que se fuera, pero tampoco quería demostrarle que yo sería una piedra de tranca en su camino y así ella podía tener un futuro brillante.
A medida que pasaban los días, Ana se da cuenta que yo no me siento bien emocionalmente, sufría por dentro ya que existía la decisión de viajar a Colombia a principio del próximo mes, ella para subirme los ánimos, me juro que siempre estaríamos juntas y que nada ni nadie podría separarnos, que esta sería una oportunidad para mejorar nuestra economía y que lo más pronto posible nos buscaría a todos y volvernos a reunir como familia.
Ya estando en Colombia, hablamos muchos por WhatsApp e intercambiamos muchas fotos para estar siempre juntas a pesar de la distancia, al pasar el tiempo comencé a notar su indiferencia y no entendía él porque de su distancia conmigo, ya ella tiene 8 meses en Colombia, y aún no ha podido buscarme, ante tanta desesperación tome la decisión de terminar de sacar todos mis papeles, tuve que vender prendas y cosas para juntar el dinero e irme lo más pronto posible para estar allá con ella, el estar sin ella me estaba volviendo loca, la depresión me estaba matando y me sentía sola como mujer y en la crianza de mis hijos.
En un tiempo records logre juntar todo el dinero y los papeles me decidí irme con mis hijos al vecino país, recuerdo no haberle dicho nada de mi viaje, ya que tenía la intención de darle una sorpresa de que por fin podíamos estar juntas nuevamente, otra vez como familia y volver a construir nuestros sueño de llegar lejos y de un futuro mejor.
Iba muy emocionada en mi viaje con mis hijos, le pedí a mi Diosito y a la virgen de Coromoto que me acompañara en esa travesía de irme sola con mis dos pequeños, cuando ya me encontraba en Cúcuta, la llamo y le dije que estaba muy cerca y que si me podía esperar en la terminal de Bogotá, Ella a la vez emocionada y a su vez impresionada me dijo que sí, pero cuando llegue al terminal, al verla mi alegría volvió a mi vida, esa noche nos quedamos en un hotel, por la hora, pero al día siguiente en el desayuno me confiesa que ella no tiene como recibirme ya que vivía alquilada con unos muchachos, y no ganaba lo suficiente para que todos viviéramos con ella, le dije no te preocupes yo buscare un empleo para ayudarte y yo traje dinero para pagar algo por lo menos dos meses y juntas estaremos en todo este proceso de adaptación.
Nada es diferente si estamos en una relación Heterosexual, homosexual o lésbica, las relaciones de parejas, siempre tiene altos y bajos, pero lo que verdaderamente es importante es vivir cada momento con esa persona, no sabes si tu relación durara en el tiempo puede ser que esta dure días, meses o años. Lo que verdaderamente importa es que el tiempo que viviste a lado de esa persona, realmente valió la pena vivirla, no hay nada más triste en el mundo que darse cuenta que después de tantos meses o años, el tiempo que invertiste en esa persona que estaría allí para ti toda la vida fue en vano.
Solo Dios sabe cómo será tu destino y lo que te tocara vivir en este mundo, solo vívelo y disfrútalo ya que no sabemos a ciencia cierta si habrá mañana, un mundo y un destino perfecto para ti.