El diagnóstico de la artritis reumatoide puede ser difícil ya que puede comenzar de forma gradual y con síntomas muy sutiles. Para saber si una persona padece una artritis reumatoide, el reumatólogo realiza una exploración de las articulaciones para comprobar si están o no hinchadas. Existen unos criterios establecidos por el Colegio Americano de Reumatología, que ayudan al diagnóstico, para ello han de presentarse 4 de los 7 criterios descritos a continuación durante al menos 6 semanas.
• Rigidez matutina de al menos una hora de duración.
• Artritis en 3 o más articulaciones.
• Artritis en las articulaciones de la mano.
• Artritis simétrica.
• Nódulos reumatoideos.
• Cambios radiológicos compatibles con artritis reumatoide.
• Factor reumatoide positivo.
Hay sin embargo muchas otras enfermedades reumáticas que pueden producir molestias similares. Por este motivo pueden ser necesarios los siguientes tipos de pruebas:
• Análisis de sangre.
• Radiografías de las articulaciones.
• Prueba del factor reumatoide: Determina la presencia o ausencia del anticuerpo factor reumatoide, es el criterio menos importante, ya que no todos los pacientes con artritis lo tienen positivo y algunas personas sanas, lo tendrán positivo, sin significar que tengan la enfermedad.
• Prueba de anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados (anticuerpos anti-PCC).
• Conteo sanguíneo completo.
• Proteína C reactiva.
• Tasa de sedimentación eritrocítica.
• Ecografía o resonancia magnética (RM) de las articulaciones.
• Análisis del líquido sinovial.