El vivir la castidad no es distinto que practicar cualquier otra disciplina, se requiere de voluntad, esfuerzo, y de implementar una serie de técnicas que nos permitirán realizarla con mayor facilidad y a veces menor esfuerzo, e incluso en ocasiones con menor esfuerzo profundizando nuestra relación con Dios, ya que al practicarla estaremos viviendo acorde a su grandísima voluntad y usando nuestra sexualidad de la forma para la cual fue diseñada.
Entre esas técnicas y estrategias para vivir la castidad tenemos las siguientes:
1- Mantener una mente pura: Debemos evitar todo tipo de entretenimientos, lecturas, videojuegos, conversaciones, películas, entre otros, que sintamos que particularmente nos incitan a abusar de nuestra sexualidad y a usarla puramente con fines placenteros y egoístas.
2- Aceptar la voluntad de Dios: Si queremos mantener nuestro propósito de castidad en el largo plazo debemos hacer de esta un fin mayor, debemos entender que Dios nos quiere puros, ya que de esta manera conseguiremos el dia de mañana tener un mejor matrimonio o incluso, si somos llamados a otra vocación, poder ayudar con nuestra experiencia y ejemplo a otros a salir de la realidad del pecado. Nos convertiremos instantáneamente en activista contra: los abortos, violaciones, el VIH, los divorcios, la infidelidad, todo por haber tomado una decisión que en principio me beneficiaba a mí, permitiendo así mejorar mi relación con Dios, encontrar el amor y llenarme de paz y tranquilidad.
3- Realizar Ejercicios espirituales: La castidad es sostenida y mantenida en el tiempo gracias a una pureza y fortaleza especial que nos regala Jesús, por esto debemos recordar las palabras de Juan 15:5:
“Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, pero sin mí, no pueden hacer nada."
Para tener esta fortaleza y pureza de intención siempre al 100% debemos estar constantemente llenándonos de su presencia mediante la práctica constante y diaria de distintos ejercicios como lo son: la oración, la lectura de la biblia, la eucaristía, la confesión, el rezo del rosario, los ejercicios de caridad y el ayuno. Esto no quiere decir que diariamente debo realizar todo esto para poder mantener la castidad pero sí que mientras más lo haga mejor me sentiré al practicarla y más fácil y llevadera se me hará.
Es importante aprender a sentir nuestras fortalezas y reconocer cuando estamos más o menos necesitados de oración, lectura del evangelio, caridad, hablar con algún hermano, etc ya que las fuerzas son cíclicas y pasamos por etapas de mayor y menor debilidad lo cual es natural y normal.
4- Compartir mi experiencia: Si decido tomar una decisión tan radical como la de vivir la castidad la cual requiere de mucho esfuerzo, es muy probable que con el tiempo, pierda gran motivación de realizarla si me guardo sus beneficios solamente para mí, como dice Lucas 11:33 "Nadie enciende una lámpara para esconderla o taparla con un cajón, sino que la pone en un candelero para que los que entren vean la claridad." , por esto es importante en la medida de lo posible, y en base a mi experiencia y cuán seguro me sienta el compartir mi experiencia con otros de manera que otros experimenten sus beneficios, sepan que es posible y no se sientan solos al vivir la castidad.
Si decides unirte a algún apostolado a favor de la castidad en la Fundación Amarse tenemos las puertas abiertas para ti no importa que parte del mundo seas, escribenos un correo a [email protected] y seguro que encontraremos algo con lo que nos puedes ayudar!
A Jesús sea todo el honor, la gloria y la alabanza!