No había conocido nunca a un hombre que amara cada una de mis locuras, de mis rasgos, de mi mal carácter, y hasta mi horrible vocabulario, y de mi cabello siempre despeinado.
Había visto como unos se alejaban de mi al verme demasiado rara, demasiado pasional, de tan pocas palabras. Pero el no, en sus ojos veo esa adoración nata, ese amor sincero, esa comprensión. Y no solo a veces, sino siempre. Cada vez que veo sus ojos siento esa calidez de ser amada y de amar. Porque el es mi impulso, mis ganas de luchar, mis ganas de siempre vivir, mi corazón late desbocado cuando lo veo después de varios días. Amo locamente lo que siento al escuchar su voz al teléfono esa sensación tan abrasadora, tan mágica. Me siento dichosa y completamente feliz de poder decir que ESTOY IRREVOCABLEMENTE ENAMORADA.
Y me enorgullece que aun, a pesar de tan malos que seamos la humanidad en estos momentos, tenemos el regalo de sentir amor, de querer tanto a alguien que es imposible imaginar una vida sin esa persona.