Hay tres cosas escritas en el libro del destino, la fecha de nacimiento, con quien te casas, cuando morirás, Dios no está equivocado, debemos esperar la justicia cuando el humilde conoce la injusticia y la crueldad, el mundo se detiene ¡el cielo se conecta con la tierra! No hay barreras entre las razones de los inocentes y Dios. Veamos el cielo podemos disfrutarlo juntos, mirando el cielo de esas luces a penas visibles, del algodón de azúcar, de los dientes de los niños, del sol de la hierba. Salva mis ojos que están tan malgastados toma mis manos cobardes y temblorosas de esas casas y estas casas y veamos el cielo. En algún lugar profundo de ti he encontrado mis raíces que tanto te abrazan y quieren ser una, nos vemos y estamos juntos puedes hacerme sentir bien pero los sueños son otra cosa, tu piel se está poniendo pálida a la luz de la luna y tu cabello se oscureció en la obscuridad es por eso que estoy obsesionada con la noche, cuando me cubras con tu corazón, toma mis sentimientos al igual que mi mente, tómalos porque te extraño… Veamos el cielo cerremos los ojos y escuchemos la calma, detengamos el tiempo, porque 60 minutos no puede durar el amor, veamos el cielo y a la primera estrella fugaz que veamos le pondremos tu nombre. Te espero cuando miremos al cielo de noche tú allá, yo aquí, añorando aquellos días en los que un beso marcó la despedida.
