Hola queridos amigos viajeros de steemit.
Continuamos nuestra búsqueda de lugares mágicos y hoy encontramos uno que quizás el adjetivo de mágico se le queda corto.
Ya desde la carretera podemos observar su majestuosa y espectacular arquitectura que nos llena de ansias de querer recorrer sus calles.

El reflejo de su puente en el agua deja ver un semicírculo que llama la atención de nuestro fotógrafo @azabacheclaro. La forma del puente con un codo en medio se debe a que sus columnas están apoyadas directamente sobre las rocas naturales que yacen en el cauce del rio y como se suele decir no hay mal que por bien no venga, dicho codo, con el tiempo fue utilizado como aduana en donde eran cobrados los porcentajes de todas las mercancías que atravesaban el puente que no eran pocas.

Dejamos nuestro coche en un parquin cercano y empezamos a adentrarnos a su pueblo a través de su majestuoso puente que se sustenta sobre el rio Fluvià.
El origen de la ciudad fue su castillo, documentado del siglo X y construido encima de un cerro donde están los restos de la canónica de Santa María.

Sobre el siglo XII también dice la documentación que aquí convivieron judíos y cristianos.

Terminamos de cruzar el puente y empezamos a adentrarnos en sus calles.

Bajando unas pequeñas escaleras que nos permiten el acceso a la pasarela que bordea el rio y la muralla.

Hay trozos donde el paso de los años a destruido ciertas zonas de esta pasarela y está reconstruida en partes de hierro.

Como hemos visto hay una especie de muelle echo de piedra en mitad del rio y nos encaminamos hacia allí porque creemos que es un buen sitio para inmortalizar el momento y tener un buen recuerdo.

Y volviendo de la pasarela para adentrarnos en el casco urbano, nos damos cuenta que es imposible dejar de tirar fotos.

Un poco mas adelante, retomando de nuevo la pasarela vemos una escultura de hierro. Indagando en su historia descubrimos que esta escultura fue hecha en una de las ferias de forjado que se celebra cada año por semana santa en Besalú, donde forjadores y herreros de Cataluña se reúnen para mostrar sus obras de arte elaboradas con hierro y acero.

Siguiendo la pasarela nos topamos con otra escultura de hierro en forma de silla. Obra del escultor colombiano, Duván López quien la bautizó como la silla de la Paz.

Su nombre viene por que hace referencia a una reunión que tuvo el gobierno colombiano con el grupo guerrillero de las FARC, a la que el jefe de la guerrilla no se presentó. Así que quedo en esta reunión una silla vacía. Es por eso por lo que en esta silla no nos podemos sentar, el escultor quiere hacernos ver que la silla es como la paz, se tiene que construir.

La silla es completamente plana, es por eso que, aunque quisiéramos no nos podríamos sentar.
Dejamos atrás las esculturas y nos adentramos ya en las calles del pueblo. Calles estrechas y paredes de piedra.

En el camino nos encontramos con una pizzería que tiene muy buena pinta, pero como es muy temprano aun esta cerrada, seguimos subiendo y llegamos a la plaza de la libertad.

En ella encontramos en una de sus esquinas una panadería, a la cual no pudimos resistirnos viendo sus exquisitas pastas desde fuera.

Nos volvimos locos, compramos de todo, ensaimadas, croissants, magdalenas y panes de varios tipos, la verdad que estaba todo delicioso.

Salimos de la panadería y giramos a la izquierda para llegar a la plaza del monasterio de San Pedro en donde pretendemos merendar con todo lo que hemos comprado y al llegar nos sorprende el mercado semanal.

Entonces aprovechamos para comprar un poco de fruta y así acompañar los manjares que llevamos.

Decidimos entrar al monasterio a echar un vistazo y como normal en estas épocas invernales, está cerrado, pero a través de la cristalera logramos echar un vistazo.

El monasterio de San Pedro fue fundado en el año 977 por el conde de Besalú y renovada en el año 1160 es de planta basilical con tres naves y un gran ábside central con deambulatorio.
Saliendo, en la misma plaza del monasterio a mano izquierda descubrimos que alguien nos observaba fijamente desde una ventana, curiosos nos acercamos y descubrimos que lo que parecía ser una persona, era un muñeco.

Entonces nos dimos cuenta de que esta casa era un museo, pero no un museo cualquiera, en la fachada había unos carteles de publicidad.

Nos lo encontramos cerrado, pero con la gran suerte de que apareció el señor coleccionista y nos explico que estaba cerrado por reformas.

Continuamos caminando y tomamos la calle que esta ala izquierda del monasterio, bajando llegamos hasta el antiguo hospital de Sant Julia su finalidad era asistir alos pelegrinos que llegaban a esta localidad.

Volvemos a encontrarnos otro monumento en forja de hierro, el cual fue el homenaje a los treinta años de radio Besalú.

Nos disponemos a salir del pueblo y nos metemos en la calle comercial donde hay tiendas de antigüedades por todos lados.

En una de las tiendas tenían un flamenco en foja de hierro que me recordó a mi amiga @flamingirl y no me pude resistir a darle un beso, para algún día volver a Besalú (como la leona de Girona).

En una de las ultimas calles descubrimos otra silla obra también del escultor colombiano, pero esta, de patas muy largas, quise subirme, pero me quedé en el intento ya que no había escalera, supongo que es el significado que este le quiere dar si lo extra polarizamos a la paz.

terminamos aquí nuestra visita a este pueblo de la edad media, llevándonos un muy buen sabor de boca y queriendo volver para hacer un recorrido más detallado.

Os dejamos el link de nuestro video de ayer en Beget que a colgado mi amiga y compañera de viajes @cheysanta en su página de D.tube.

Hasta la próxima queridos amigos de viaje.

                                      #lugares mágicos