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En 1997, un campeón mundial de ajedrez fue derrotado por una computadora. Al tipo no le gustó la cosa. Recuerdo que dijo que todavía las computadoras no juegan ajedrez perfecto. Esos comentarios parecían golpes de un ahogado. Como que no halló nada mejor que decir...

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Yo tengo que salir en defensa de los ahogados y de los pequeños que son deslumbrados por el poderío de las astronómicas velocidades de procesamiento de estos tiempos. Esas velocidades todavía son insuficientes. El ahogado que comentó arriba dijo una verdad del tamaño del sol: Las computadoras todavía no juegan ajedrez perfecto.

Sin embargo, el ajedrez no es complejo. Es más bien simple y fácil de raciocinar. Un programador de segunda podría inferir el algoritmo del ajedrez perfecto. La dificultad del ajedrez no está en su complejidad sino en el tamaño del árbol de decisiones. Es un número tan grande que fácilmente dejaría sin recursos a cualquier sistema de estos tiempos.

Voy a escribir aquí el algoritmo del ajedrez perfecto. En teoría, debería ser capaz de derrotar al más fuerte de los fuertes, si tuviéramos suficiente velocidad de procesamiento. La velocidad necesaria no existe en el mundo todavía.

Entre el humano y la máquina es fácil razonar que el humano siempre va a ser superior. Si yo diseño un jugador de ajedrez que supere mi juego, ¿quién de los dos es superior?

Aunque @hljott, con sus comentarios, me puso a pensar.
La Rebelión de las máquinas, de verdad, podría ocurrir...

^{...Pero ahorita me estoy durmiendo... (Voy a completar este post antes del cierre en 22 horas)}

REBELIÓN DE LAS MÁQUINAS

¿Será posible que las máquinas alguna vez se rebelen contra el humano?

Creo que todavía les falta mucho para eso. Sin embargo, toda la teoría del diseño apunta a que ésa es una amenaza verdadera. Ese hecho requiere de unos pre-requisitos que aún no existen y requiere tomar unas previsiones que ya han sido consideradas. Pero..., de verdad, las máquinas podrían llegar a sostenerse por sus propios medios y el hombre podría perder el control y la previsión sobre lo que la máquina sería capaz de hacer.

Hay escenarios que han sido dibujados repetidas veces en películas de ciencia ficción sobre el advenimiento de sistemas expertos que llegan a dominar el mundo. El asunto pudiera tener un sustentamiento bíblico. En el libro de Daniel (biblia) se habla de cuatro bestias. Hay una que "se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre". También otra bestia de cuatro cabezas a la que "le fue dado dominio". La última bestia tenía "una boca que hablaba grandes cosas".

En los tiempos de Daniel no había computadoras, y menos aún súper computadoras que pudiesen recibir autoridad para tomar decisiones de impacto mundial. Parece factible que esas bestias bíblicas pudieran referirse a súper computadoras de los últimos tiempos que llegan a dominar el mundo.

El hombre ya ha visualizado esto y ha tratado de adelantarse a estos eventos escribiendo los fundamentos que deben regir la fabricación de máquinas inteligentes.

LEYES DE LA ROBÓTICA

(Isaac Asimov)

1. Un robot no hará daño a un ser humano, ni permitirá con su inacción que sufra daño.
2. Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entrasen en conflicto con la primera ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.

Ya no queda tiempo para extender mucho este punto. Las tres leyes descritas arriba parecen todavía un intento pobre de proteger al hombre de la rebelión de las máquinas. Fácilmente se puede concebir una manera de engañar a un robot para que haga daño sin saberlo. En todo caso, si se diseñara un sistema de leyes perfectas, habría que asegurar que aquellas máquinas que son fabricadas por otras máquinas también hereden esas leyes.

cito a los que comentaron o escucharon:
@isacrist59 @sacra97 @inspiracion @hljott @nancybriti @sansoncarrasco

(15 minutos para cerrar)

Créditos del texto: Amaponian Visitor (@amaponian)
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Portada: Human vs. Machine

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