Colombia es un país que, con el transcurrir del tiempo, se ha convertido en un referente turístico de Latinoamérica. Para nadie es un secreto que en décadas anteriores, viajar al país cafetero era una aventura peligrosa. Justamente Medellín, una de las ciudades con los registros más altos de violencia a nivel mundial en la década de 1990, hoy en día es un ejemplo para muchas urbes de América.
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Medellín hoy en día es un ejemplo de innovación en Latinoamérica.
Superado el problema de la violencia, la ciudad se ha convertido en una innovadora metrópoli con una amplia oferta para el turista, que visita a Colombia motivado principalmente por la belleza de sus paisajes. Medellín los ofrece, pero también cuenta con una variedad ilimitada de planes culturales que la hacen una de las mejores opciones para el visitante.
El Museo de Antioquia, ubicado en plena Plaza de Botero, fundado en 1881 y declarado Monumento Nacional en 1995, es uno de los espacios culturales más importantes de la ciudad. En esta añeja edificación, el visitante tendrá acceso a centenares de dibujos, pinturas y esculturas del maestro Fernando Botero, reconocido mundialmente por rendir tributo a la volumetría con sus obras.
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Escultura del maestro Fernando Botero.
Aunque es el mecenas del museo, no solamente Botero tiene su espacio. Otros destacados artistas nacionales e internacionales como Pedro Nel Gómez, Ruperto Ferreira, Rodrigo Braga y Francisco Antonio Cano han expuesto su obra en alguna de las múltiples salas del lugar. Incluso obras de Pablo Picasso han adornado las paredes del museo.
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El Museo de Antioquia está ubicado en la concurrida Plaza Botero.
Arte religioso, cerámica, piezas históricas, arte precolombino y pinturas de destacados artistas hacen parte de la oferta que el Museo de Antioquia tiene para ofrecer. Si su plan es cultural, seguramente este emblemático lugar ubicado en el corazón de Medellín satisfará su lado artístico.