Concurso de Microrrelatos de Ciencia Ficción #MicroCiFi256 - Semana 6 - El día que el tiempo se detuvo.

Fue él, Adramelech demonio del infierno y emperador del imperio del mal quien con su arma secreta no solo detuvo la tierra, sino nuestro tiempo, nuestras vidas, nuestras esperanzas. Fue él, demonio prepotente que con su arrogancia por apoderarse de este mundo ha burlado y humillado a la raza humana arrodillándonos, torciéndonos el brazo para claudicar ante su poderío. Fue él, quien ha ignorado la libre determinación de los pueblos y la raza humana creyéndose amo y señor del planeta.

Todo comenzó aquel día en que dirigió su gran rayo electromagnético desde Alaska rebotando en la ionosfera y chocando estrepitosamente en el pacífico occidental frente a las costas de lo que antes se llamaba Ecuador. Fue horrible. El ataque ocurrió cuando era de noche en la otra cara del mundo. La tierra se detuvo, inundando países enteros a causa de terremotos y tsunamis. Ya Centro y Sur América yacen bajo el agua. Adramelech con su tino para el mal ha protegido su imperio, no así han tenido suerte los lejanos reinos de Asia. La tierra se detuvo, la detuvo él con el propósito de hacerse el amo y señor del mundo.

Nosotros, los pocos supervivientes ya nos fuimos, logramos huir de la hecatombe. Hay médicos, agricultores, maestros, científicos; cual arca de Noé. Por la escotilla de la nave dejamos a nuestra madre tierra para nunca volver. Dejamos nuestro ombligo, nuestras esperanzas, emociones, nuestra vida allí. Vamos a lo desconocido, vamos a sobrevivir, a un intento por no extinguirnos si es que acaso no lo estamos ya.