DE KUBLAI KAN
Kublai Kan se creía descendiente de los lobos. Una vez en esos usuales ascenso a las montañas, se le apareció el animal mítico de la Dinastía. Ambos se acercaron y entre abrazos, el animal le predijo su caída por haber usurpado el poder. Kublai terminó degollándolo y desde ese momento comenzó a hacerse real la profecía.
DESPUÉS DE MILES DE FOGATAS
Después de miles de fogatas pude ver la imagen del Buda y principalmente, sus diferentes formas de presencia. Era como un ejercicio más de meditación. No dejaba que otros trajeran la madera para mí y menos que la encendieran. Aunque creo que ya el Buda estaba dentro de mí. Alguien dijo que “la entrada de Dios es su salida” y desde entonces como la he sentido.