Me resultó muy divertido tu telegrama, pensé que iba dirigido al esposo y los hijos jejeje, como una notificación de su día de asueto. Creo que no era necesario escribir a la antigua usanza, puede que nos lleve a cometer errores por la falta de costumbre y alarga el texto. Por cierto, lo que no me gustó fue lo del dolor de rodillas. Espero que bailes mucho en esos quince años y sin dolor.
Muy bien transformado el poema en historia de amor, a mi parecer. La esencia se mantiene, pero ya no es la infidelidad la causa de la ausencia y así lo vas asomando cerca del final.