ANÁLISIS DE LA PALABRA HONESTIDAD

Etimológicamente la palabra Honestidad proviene del latín "honestitas" que significa? honor, honradez y dignidad?, como virtudes que caracterizan a las personas orientadas por el respeto a las buenas costumbres, a los principios y valores morales y de los bienes ajenos; quienes mantienen la firmeza, probidad y ética en su palabra y en su práctica.

En términos Filosóficos, la Honestidad es una cualidad humana indeclinable, intrínseca e inalienable, para quienes la poseen; la cual consiste en actuar con coherencia, tal como se piensa, se dice, se siente y se omite, de manera justa, verdadera, recta, valiente, íntegra y honorable.

En la realidad humana, la Honestidad se caracteriza por la honradez, la probidad, la rectitud de ánimo y la integridad con la cual se procede en todo en lo que se actúa, respetando las normas, leyes y costumbres sociales que se consideran como correctas y adecuadas.

Es decir, quien practica la Honestidad como virtud no puede ser una persona ecléptica, ambigua, de moral múltiple ni de dudosa reputación, así como tampoco se puede ser honesto para acusar y deshonesto para actuar; puesto que la Honestidad es una acción constante, contínua y perenne de evitar apropiarse de lo que no nos pertenece, así como también estar apegado a la verdad, actuar con decencia, probidad, recato, veracidad, raciocinio real, altruismo y justicia.

Honestidad Occidental

De acuerdo con la Filosofía imperante en Occidente, la Honestidad se basa en el cumplimiento de una serie de obligaciones como virtudes de rectitud, contrapuestas al pragmatismo, lo utilitario, el fanatismo, el placer, la pasión, el dolor, las necesidades y lo irracional. Dichas obligaciones son:

.- Honor: es la obligación de mantener la gloria en base a la buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas, y a la cualidad moral para el cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo, y en función de cumplir lo que se dice como palabra empeñada, sin justificaciones ni excusas.

.- Prudencia: es la templanza, cautela, moderación, sensatez y buen juicio que se debe tener en el cumplimiento de la obligación de discernir y distinguir con la verdad, lo que es bueno para seguirlo o malo para omitirlo o huir de ello.

.- Honradez: es la obligación de mantener la rectitud de ánimo y la integridad en el sentir, pensar, hablar y obrar.

.- Sabiduría: es la obligación de descubrir la verdad que libera, para distinguir los actos buenos de los malos y el conocimiento en general.

.- Verdad: es la obligación de conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa y en función del juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.

.- Justicia y beneficencia: es la obligación de mantener la unión y sociedad justa entre los seres humanos, tanto de no dañar como de servir a los demás, en cumplimiento de nuestros deberes y el respeto por los derechos ajenos.

.- Integridad: es la obligación de sentir, pensar, hablar y actuar con rectitud, probidad y de manera intachable.

.- Fortaleza: es la obligación de mantener la grandeza y excelencia del ánimo para pensar, hablar y realizar las acciones que correspondan.

.- Valentía: es la obligación de hablar y actuar con la verdad, conforme con lo que se siente y se piensa, y siendo capaz de arriesgarse a hacerlo a pesar del peligro y el posible temor que suscita.

.- Templanza: es la obligación de mantener el orden, la moderación, coherencia y constancia de las palabras y los actos.

.- Dignidad: es la obligación de actuar correspondientemente con la verdad y proporcionado al mérito.

Honestidad Oriental

Para la Filosofía Oriental la Honestidad es uno de los valores más importantes de una personalidad saludable tanto consigo mismo como con su entorno y con sus semejantes. Siendo las acciones realizadas por una persona con objeto de construir la sociedad ideal, destinadas a cumplir sus deseos, admitiendo que se busca la gratificación o beneficio, y mostrando los sentimientos con sinceridad, para ser más predecible, amigable y placentero.

Aunado a lo anterior, la Honestidad se basa en la bondad y en el principio moral de la justicia, fundamentado en la reciprocidad y en las propias obligaciones y deberes. De igual manera, la moral se basa en la empatía y en la comprensión de los demás y de las normas morales, otorgadas por alguna divinidad y con el imperativo categórico de tratar a los inferiores como te gustaría que tus superiores te tratasen a ti.

Asimismo, la Honestidad es el deber de elegir no sentir, no pensar, no decir, ni hacer nada que pueda mancillar el honor o la reputación de la familia; contemplando dicha virtud en base a la armonía con los semejantes, y en tener la suficiente madurez para razonar y aceptar que todos estamos a merced de otras personas.

CONCLUSIÓN

Filosóficamente la Honestidad está directamente relacionada con la perfección, y como nadie es perfecto, difícilmente un ser humano puede ser 100% Honesto, porque nada ni nadie es perfecto ni "químicamente puro"; por lo tanto, tan solo nos queda "trabajar" con Honestidad en nuestras propias perspectivas, sensaciones, pensamientos, palabras, acciones y omisiones para tratar de ser cada día más Honestos.

En tal sentido, debemos evitar en lo posible juzgar con dureza la Honestidad de nuestros semejantes; por el contrario, si debemos juzgarnos nosotros mismos de la forma más objetiva y honesta posible, pero no para autodestruirnos con culpas, complejos o justificaciones; lo debemos hacer para corregir, para superarnos a diario e intentar mejorar en función de nuestros análisis racionales y verdaderos.