"miprimerconcurso 19" entrada # 1 (El titere)

De lo dispersa que es mi mente, les contaré lo poco que recuerdo: Usualmente tengo sueños fantasioso, donde poseo algún don o estoy rodeada por seres muy extraños.

En este me encontraba en un campo, yo solía cuidar a las personas de un pequeño pueblo, era así como una heroína en el lugar. De un momento a otro, estaba cuidando a una niña, la veía jugar y reír de un lado a otro y de repente me encontraba atada de cabeza con hilos tan finos que mi sangre salía al asomo en mis muñecas y piernas. Cuando al fin logré divisar lo que había en mi alrededor vi a la misma niña de antes solo que ahora estaba bajo de mí, descuartizada. Podía ver cada órgano, podía ver sus ojos fuera de órbita, su expresión entre rasguños y sangre, en ese momento lloré, y no me refiero solo al sueño.

Su rostro se veía así, me sentí con nauseas, quería ayudarla pero también deseaba huir de ella. De pronto, no sé y mucho menos recuerdo cómo o cuándo pero aparecí huyendo de un títere, corría con una velocidad increíble, trataba de escapar pero, de inmediato, aparecieron personas con extremidades con filos saliendo de ellos, con la cara a punto de explotar y algunos con la misma expresión de la pequeña. Corrían tras de mí, intentado golpearme, matarme, y fue entonces cuando apareció ese títere, era la misma imagen que la del muñeco Jigsaw solo que este era un cascanueces.

Lo sé, puede ser estúpido pero realmente sentí como sus hilos me ahorcaron, sentí como el aire se salía de mi cuerpo, como me congelaba en ese instante, sentí que iba a morir si no lograba despertarme, sentí que mis ojos volarían fuera, en ese momento mi cerebro recapacito y me desperté, estaba oscuro en mi habitación, solo había el sonido del aire acondicionado y un brillo rojo. Mi mente se disparó pensando en el muñeco, pensando en el miedo y era simplemente el decodificador de la tv. No pude dormir hasta que me puse a rezar, sentía que debía hacerlo, que podría pasar.

Sí, es muy tonto, pero es lo impresionante de la imaginación y los temores que atacan en las madrugadas. Esa mañana ni siquiera pude contárselo a mi madre, una parte de mí se moría de miedo y otra sentía que era una gran tonta en dejarme llevar por mi mente.