Tenemos a un director que se basa en efectos especiales a cámara lenta con iluminación practicamente computarizada, sin idea de lo que es la dirección de fotografía, usando a algunos de los actores menos talentosos (pero suficientemente famosos) en casi todas sus películas, que dejó mucho por desear en el Hombre de Acero (está sí que fue la Maldición de Superman) y que está a cargo de uno de los proyectos más importantes y ambiciosos de DC Comics, Batman vs Superman: Dawn of Justice, donde protagoniza Ben Affleck, quien antes aruinara otra buena novela gráfica (Daredevil) de Marvel Comics y una de las actuaciones menos creíbles de los últimos años, Gone Girl, donde en verdad parecía no estar enterado de lo que sucedía y daba la impresión que fue puesto en aquel papel para realzar la ya grandiosa actuación de Rosamund Pike. ¿Por qué si se ha comprobado, tras un largo historial de fracasos, que Zack Snyder posee una dirección tan deplorable es puesto a cargo de un proyecto más allá de su capacidad? Bueno, quizá por la misma razón que Ben Afleck toma el personaje tan pulido y perfilado que dejó Christian Bale en el Caballero de la Noche.
Estoy seguro que hasta este punto nada de lo anterior parece estar relacionado con Watchmen, pero al igual que en esta película, el asesinato de un detractor quien alguna vez hiciese un trabajo honorable, es un misterio que no podría entenderse sino en retrospectiva. Alan Moore es reconocido entre los lectores de novelas gráficas como un maestro del ocultismo y erudito indiscutible; ha legado una de las mejores versiones del Guasón (Killing Joke), así como la fascinante historia de la Liga Extraordinaria y V de Venganza, en un trabajo nada comparable, y es precisamente en esta película donde podemos encontrar un alter ego del escritor llamado Rorschach, quien está en busca de la verdad en un sociedad corrompida e hipócrita, que tacha al mismo Rorschach de criminal y loco... La importancia que tiene Watchmen, está en que está historia tuvo mucho más que ofrecer, con personajes muy buenos y diálogos aún mejores a los que no se les tomo la suficiente atención para diferenciarlos como elementos clave en esta película.
Debo admitir que siento cierta nostalgia por el gran filme que Watchmen pudo haber sido, así como el mundo sólo miraba decadencia en los viejos retratos de quienes algunas vez fueran los héroes del mundo, en un concepto que sólo podía entenderse en el punto más gélido de la Guerra Fría.