"Aggressor" es aún más brutal que su predecesor antes de asentarse en un ritmo contagioso y ofrecer una de las pistas más inmediatas del álbum.

"Suffocate All Light" ofrece riffs más grandiosos y afilados y es aquí donde la influencia de trabajar con Abbath se ha contagiado claramente en Valla, porque hay una cualidad inmortal en los riffs fríos y clínicos.

"Viperous" cuenta con abundantes golpes explosivos, riffs salvajes a cada paso, capas de sintetizadores infecciosos y voces malévolas que emiten letras oscuras aparentemente basadas en las novelas de Stephen King.

"Skinwalker" es un asunto agrietado y retorcido.

"In Shadow" es un corte que utiliza algunos riffs de Death Metal técnico para mantener los niveles de intriga tan altos como la interminable headbangability.

Luego llega el brutal "Wounds" con unos riffs aplastantes.

"Any Place But Home" apesta a un padre abusivo emitiendo una paliza salvaje en el regular y el oscuro soporte de sintetizador mantiene la pista en su trayectoria antes de que Hansen tenga la oportunidad de entregar cualquiera de sus habilidades.

"From a Spark to a Withering Flame" tiene esa acumulación de combustión lenta que te hace esperar la patada atronadora, pero no sucede. En cambio, el final toma el camino bajo y ofrece un corte oscuro de riffs inquietantes y teclas rígidas que, a pesar de la oportunidad de hacerlo, no disminuyen las patadas dobles del sonido del tambor