¿Cuál es tu soundtrack de vida? Música: una aproximación a la sustancia del universo.

Hará poco más de un mes, en una reunión de guitarra y cantos, varios amigos, compartíamos la impresión que nos producía una lectura de corte metafísico que hablaba sobre el origen del universo a través del sonido. El pensamiento borroso que giraba en torno a nosotros y, a ratos, alumbraba nuestras caras era: “¿El universo se originó a través del sonido y la realidad es esto que ahora está sonando?

¿La vida, tal cual la vivimos, pudiera ser una especie de soundtrack? Uno de ellos hablaba de un video de Youtube en el que experimentaban con frecuencias de sonidos que figuraban impresionantes formas geométricas.

En cierta medida, aquello contribuía con fuerza a esa idea que nos movía esa tarde. Yo acabé por concluir, después de las cavilaciones y guitarreadas intermitentes, incluso después de los abrazos de despedida y el: “Ahora al rato volvemos a vernos y la continuamos ¿no?…”, que somos muy poco continente para tanto contenido. Me peleé con la idea, por fantasiosa. La catalogué de tonta y renegué el tiempo que había invertido en aquella conversación. Siempre hay cosas más importantes que hacer para ganarle al tiempo, me dije.
Tomé la guitarra e inmediatamente, al tiempo que me dignaba a comenzar un artículo sobre actualidad musical y de cómo las nuevas plataformas de autogestión impactan la cultura, otra idea, ahora más ajustada y, menos pretenciosa, me vino:

Cosa cierta… para todos aquellos que hemos sucumbido a los hechizos del sonido a través de la música, el universo es, en definitiva, una compleja banda sonora que nos mueve y nos conduce.

Nosotros, los que sentimos pasión por hacer música y escuchamos cómo suena el universo; para hacer de este viaje vital una bonita experiencia compartida, queremos hacer canciones que logren que todos pongan oído alerta a su propio universo de sonidos.