La palabra música proviene (del griego: μουσική [τέχνη] - mousikē [téchnē], «el arte de las musas») es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. El concepto de música ha ido evolucionando desde su origen en la Antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte unitario.
Como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, emociones, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación, diversión, etc.).
Una definición bastante amplia determina que música es sonoridad organizada (según una formulación perceptible, coherente y significativa). Hoy en día es frecuente trabajar con un concepto de música basado en tres atributos esenciales: que utiliza sonidos, que es un producto humano y que predomina la función estética. Si tomáramos en cuenta solo los dos primeros elementos de la definición, nada diferenciaría a la música del lenguaje. En cuanto a la función "estética", se trata de un punto bastante discutible; así, por ejemplo, un "jingle" publicitario no deja de ser música por cumplir una función no estética (tratar de vender una mercancía).
Melodía
Es una sucesión de sonidos que es percibida como una sola entidad. Se desenvuelve en una secuencia lineal, es decir a lo largo del tiempo, y tiene una identidad y significado propio dentro de un entorno sonoro particular. Las melodías suelen estar formadas por una o más frases o motivos musicales y generalmente se repite a lo largo de una canción o pieza musical en diversas formas. También pueden ser descritas en función de su movimiento melódico o las alturas o los intervalos entre alturas (sobre todo conjuntos o disjuntos o con restricciones), la gama tonal, la tensión y la relajación, la continuidad y la coherencia, la cadencia y la forma.
En términos físicos y estructurales, las condiciones para definir una melodía son:
- Tiene que ser una sucesión de notas.
- Tiene un carácter lineal.
- Debe contener sonidos de diferente frecuencia.
- Tiene carácter protagónico en el contexto de la pieza.
- Está intrínsecamente relacionada al ritmo.
- Es una entidad conformada por una secuencia de motivos enlazados.
- El contexto (rítmico y armónico) debe de estar siguiendo la melodía.
- Debe oscilar en torno a un centro definido teóricamente (tonal, atonal o modal).
- Es el bosquejo principal de una pieza.
En términos perceptibles:
- Debe proveer una sensación de inicio y fin (como una unidad).
- Debe transmitir una idea.
- Debe ser fácil de recordar y/o reconocer
Armonía
Es el estudio de la técnica para enlazar acordes (notas simultáneas); desde una perspectiva general, es el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo, y su resultado siempre connota belleza. En música, el estudio de la armonía implica los acordes y su construcción, así como las progresiones de acordes y los principios de conexión que los rigen. Las definiciones habituales la describen como la «ciencia que enseña a constituir los acordes y que sugiere la manera de combinarlos de la forma más equilibrada, consiguiendo así sensaciones de relajación, sosiego (armonía consonante), o de tensión y vibraciones hirientes (armonía disonante o dispuesta)».
El ritmo
Puede definirse generalmente como un movimiento marcado por la sucesión regular de elementos débiles y fuertes, o bien de condiciones opuestas o diferentes. Es decir, un flujo de movimiento, controlado o medido, sonoro o visual, generalmente producido por una ordenación de elementos diferentes del medio en cuestión.
Se trata de un rasgo básico de todas las artes, especialmente de la música, la poesía y la danza. En el arte musical la mayoría de las definiciones tradicionales aluden al ritmo como fuerza dinámica y organizativa de la música. La naturaleza del ritmo es primordialmente subjetiva. El ritmo connota el:
- El pulso que es una unidad básica para medir el tiempo en la música.
- El acento, es un especial énfasis o relieve que se aplica en un determinado pulso.
- El compás, es la entidad métrica musical compuesta por varios pulsos o tiempos que se organizan en grupos, en los que se da una contraposición entre partes acentuadas y átonas, fuertes y débiles.