Gaia

Me asesinas lentamente, me estás acabando,
exterminaste todas las puequeñas cosas
que con todo mi amor fui decorando,
te regalé abrazos en cálidas brisas.

Me hundiste en un mar de sangre,
sangre sacada de lo más profundo de mí,
yo que tanto te amé y que te cubri en mis brazos,
tu envenenaste ese árbol que con cariño te di.

¿Te acuerdas del sol de un cálido amanecer?
¿De cuando disfrutabas correr por las praderas?
¿De ese olor a primavera en cada atardecer?
¿Cuando te acobijaba en las noches mas frías?

Te fuiste y regresaste para matarme,
creiste que podías gobernar todo a tu alrededor,
te burlaste de mi desafiandome,
no te importó causarme este gran dolor.

¿Por qué? ¿Acaso encontraste alguien mejor?
¿Encontraste la felicidad en otro lugar?
Ahora te arrepientes cuándo todo está peor,
me despreciaste y ahora quieres mejorar.

No lo harás son puras palabras vacías,
no volveré a caer en tu sucio juego de horror,
me trajiste desilusión yo creí en tus palabras,
me prometiste que me cuidarias con tu honor.

Me traicionaste quemaste todo lo que te di
le quitaste la vida a esa calida brisa,
las estrellas y la luna se esconden de ti,
al sol le quitaste su gran sonrisa.

Eres el peor ser en esta tierra el mas odiado,
amenazas a todo aquel que creas inferior,
siembras desgracia en cada rincon del mundo.
Ahora veras que no, que yo soy superior.

Llena de tristesa y odio me vengare,
venganza formada por lagrimas,
por el desprecio a ese ¨gran" hombre,
te haré sufrir como tu a mi, sufrirás,
Llorarás por regresar a los viejos tiempos,
recordaras con nostalgia cuando el cielo era azul,
cuando vivias en armonia con nosotros,
extrañaras la gran sombra del abedul.

Pero de nada servirá recordar,
decidiste dejarme en el olvido
y a tus descendientes vas a matar.
Ahora sufrirás todo lo que he sufrido.

Yo no soy la culpable de este feo desenlace
perdona por todo, me harté, me llene de rencor
me trataste con aborrecimiento, me cansé
Recuerda que te quise y te cubrí de amor.

No le rueges al tiempo que regrese
no volverá, no podrás cambiar las cosas
ya que el mundo contigo se estremece,
espero que de tu sufrimiento aprendas.

Te he escrito esto ya que no seguirás exisitiendo,
después de todo lo que pase, pero así será mejor
así volverá a amanecer con el sol sonriendo,
vendrá con gran felicidad la brisa dejando su rico olor.

Lástima que no me apareciaste,
ahora es mi turno de jugar contigo.

Atte: Madre Naturaleza

-Manuel Eduardo Arana Rodea