Hablame.

No perderemos la guerra.
Ella tomará y tomará la copa.
Sucumbió a la debilidad del minuto.
El tren pulsó media hora ya.
Vas lleno de sueños.
¡Y no hay diferencias entre nosotros!
Me convertiré en un pájaro en el cielo volando.
Y no debe depender de.
A los gritos de la multitud diabólica.
Todo lo que de repente se puso caliente y relleno...
Cuando alguien guiaba feo
Pero al final, todos nos juzgamos unos a otros.
Pasando por la eternidad y los mundos.
En la oscuridad, donde el silencio muere,
No perdería su sabiduría...
El perro desafortunado murió.
Encuéntrame en un coloso y en centeno.
Te vuelvo, oye, te vuelvo
No creo que puedas entender.
Al parecer así te querías.
Al instante disolver nuestra vista.
Flotará en la nube, jugueteará, se ahogará,
Bajo el llanto de los bebés muertos,
¿Te dejarás ir? No te dejaré ir.