Una risita inmodesta, un susurro en el oído.
Deja que la sensación nos levante en el techo.
Otoño infinito amor mundo.
Todo volverá a pasar de los monos.
Y en los huecos los ratones corrieron toda la noche.
No perdería su sabiduría...
Solo te quemaste en mis brazos
Pero mientras el corazón en las alturas está llamando,
Ni luz ni calor
Por el hecho de que él irá tras ella.
Y sobre el asfalto la vela escarlata.
Porque habrá un día, creed, el treinta de febrero.
Ilumina mi alma con un tirón.
Hasta ahora, como en el delirio descuidado...
Princesa de la oscuridad.
Me perteneces como nombre de persona.
Que no sea ella Valentine.
Es difícil, y con una elección no te apresuras,
Cuanto tiempo esta enamorado
Ceder al acantilado.
Somos adultos, ¿no es así?
Y no traigas fruto a Dios
Para cerrar en la habitación de la cerradura.
Completado, y estaré desconsolado.
La puesta en escena es muy expresiva.
Y esponjoso en el pelo,
Ese joven murió rápidamente en mí.
En algún lugar de las nubes, probablemente, casi han golpeado el sake
Tu me sonries dulcemente
Hipopótamos, centauros irán con él.