Café...

"Una vez más estaba derrumbado, creyendo que, todo el daño que me hizo aquella persona parecía no ser suficiente... Tenía aquel tipo de decepción por el poco que me había proporcionado, y, aveces las personas somos masoquistas...

En medio de la nostalgia, mirando al pasado preguntándome "¿Por qué sucedió?"

Esa persona la cual te muestra algún tipo de afecto único, aquella que está para ti, aquella que te ayuda, te enseña y te amplía el conocimiento y tu mente, esas personas valen la pena... ¿O tal vez no? Lo que me conllevó a hacer esto es que, muchas veces las personas que tú piensas y te sientes libre con ellas mismas, también dan a pensar que, esas mismas personas pueden lastimarte de una gran magnitud, del mismo tamaño que pueden darte cariño... Y fue así, cuando la persona que yo menos esperaba, me traicionó y, no fue por error, lastimosamente sucedió a propósito...

Estaba destrozado, solamente en mi quedaban no más que lágrimas y tristeza no por el daño que me causó esa persona, tenía decepción por dejar todo por una persona que, en sí, no valía la pena...

Y es allí, cuando te das cuenta que el vacío aveces es amigable, y aveces, más leal y sincera que las personas mismas...

Una vez, ya a punto de darme por vencido, es en el momento justo que aparece otra persona la cual te garantiza confianza, cariño, respeto, y lo más importante; Fidelidad... Es allí cuando llega esa persona y te sientes conectado de alguna manera con ella, es allí cuando te sientes libre, valga la redundancia...

Y así somos la mayoría, basándonos en un mismo ciclo, apesar de que acabe igual o ¿Quien sabe? Así somos, y apesar de ello, seguimos adelante, habrán caídas, obstáculos gigantes, pero lo más importante; No dejar que ello te consuma y seguir de pie..."