Cuando el orgullo servía
En los momentos complejos, principalmente en discusiones con amigos o en rupturas amorosas, lo que me había levantado era echar mano del orgullo... Quizás una combinación de orgullo y determinación, una manera de proteger el ánimo para animarse a uno mismo.
Uno que más quisiera que se pudiera controlar cada sentir de la vida, cada vivir del corazón. Pero a veces resulta imposible controlar las emociones de la vida.
Y había sido en esos momentos en que resultaba imposible controlar los sentimientos que siempre echaba mano del orgullo. Funcionaba a pesar del dolor, pero ayudaba a mantener las desiciones firmes..
Orgullo y angustia
En algún momento de mi vida dejé de ser insistente en la búsqueda de la amistad... Supongo que ahora me concreto a conservar los pocos que son mucho para el alma, para el corazón. Sin embargo, siempre aparecerán nuevas amistades en el camino que uno sigue, por lejano que esté de casa.
Afortunadamente así pesa menos el camino, aunque luego no deje de tener polvoredas, ligeras borrascas o tormentas y huracanes. Y entre unos momentos y otros siempre habrá quien de alguna manera nos ilumine el camino, nos anime a seguir. O simplemente nos haga sentir que vale la pena la vida.
No me gusta rogar mi amistad, mi trabajo ni mi amor... Y cuando algo viene a perturbar mi existencia sin haberlo anunciado, a veces conviene echar mano del orgullo --a menos eso pensaba hasta ahora-- como arma extrema, como último recurso para las difíciles desiciones.
Pero el corazón parece que nunca se cansará de rogar hasta la muerte. Y ruega por amistad o por amor, o por soledad o por encanto... Ruega porque quiere seguir escuchando el melodioso manantial dormido que empieza a fluir poco a poco sin ninguna explicación. Sin avisar, sin reparar en las circunstancias de la vida.
Y súbitamente, la razón quiere evitar el sufrimiento... llama al orgullo a la batalla.
Pero hoy he descubierto que hay algo más fuerte que el orgullo, y lo derrota lentamente sin ser notado.Su estrategia; ataca al cuerpo en lugar del pensamiento: es la angustia, hasta ahora una palabra pequeña y aparentemente pasajera e inofensiva. Pero cuánto puede cansar al cuerpo la anestesia de la angustia en su intento de derrotar al orgullo.
El cuerpo se asusta terriblemente ante el cansancio inesperado sin razón alguna, ante el intento de cortar el puente entre el pensamiento y la consciencia (imperceptible cortocircuito en el cerebro)... ¡Que pavor ha sentido el cuerpo! Quizás no el cuerpo en su totalidad, sino el cerebro, la cabeza que casi pierde su cabeza, la visión que casi pierde el corazón. La caja negra que guarda la memoria de cada instante que transcurre, grita fuertemente intentando no romperse. Así transcurre una batalla entre segundos que parecen horas. Una batalla en la que los ojos parecen cerrarse imperceptiblemente, la visión parece querer hacer tregua y retirarse a dormir en horas de vigilia, y el oído toca la retirado sin permiso. Y nadie se pone de acuerdo en los segundos que tuvieron desorganizadamente para un golpe de estado.
Hoy he descubierto que el orgullo si puede ser derrotado.
(Hong Kong, 19 de julio de 2019)
Congratulations @aljif7! You have completed the following achievement on the Steem blockchain and have been rewarded with new badge(s) :
You can view your badges on your Steem Board and compare to others on the Steem Ranking
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOP
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit