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Geranio.
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Sentado y con un lápiz en la mano
pretendo describir tanta tristeza
que me ocasiona la amarga crudeza
de haberte perdido.
Yo a quien más quise así sin mezquindades
fue a ti que te brindé toda confianza,
pero ya no conservo ni esperanza
porque estoy dolido.
No me amabas, Geranio, y yo creía
que era en la vida tu ilusión hermosa
y hoy muy febril el corazón retoza
todo compungido.
Te estimé lo más tierno en la inocencia,
pero fuiste cambiando de repente
y hoy cuando yo te encuentro así de frente,
quedo confundido.
No eres, Geranio, aquella linda rosa
que con el alma me daba su amor,
y es lo que duele con todo dolor,
a pecho partido.
Me iré por un sendero sin destino,
con la pena más grande de este mundo
y con el sufrimiento más profundo
de un hombre vencido.
pretendo describir tanta tristeza
que me ocasiona la amarga crudeza
de haberte perdido.
fue a ti que te brindé toda confianza,
pero ya no conservo ni esperanza
porque estoy dolido.
que era en la vida tu ilusión hermosa
y hoy muy febril el corazón retoza
todo compungido.
pero fuiste cambiando de repente
y hoy cuando yo te encuentro así de frente,
quedo confundido.
que con el alma me daba su amor,
y es lo que duele con todo dolor,
a pecho partido.
con la pena más grande de este mundo
y con el sufrimiento más profundo
de un hombre vencido.