La comunidad hispano hablante, y entre ella de manera especial la latinoamericana y más específicamente la venezolana, se ha caracterizado por NO invertir en la plataforma Steem. Como venezolano que soy y que vivo en Venezuela, entiendo que esta plataforma se ha convertido en un aporte significativo para nuestra economía diaria y que de aquí sale parte de los alimentos que consumimos a diario.

Pero es este mismo entendimiento el que me lleva a una reflexión más profunda: Si esto es así y nuestra economía personal depende (en mayor o menor medida) de Steem ¿no deberíamos ver la plataforma como NUESTRA EMPRESA? ¿No deberíamos cuidarla y tratar de garantizar su mejor funcionamiento, su rentabilidad y estabilidad? ¿No deberíamos aportar a mejorarla en contenido, a preservar su buen funcionamiento, no deberíamos invertir en nuestro propio negocio?

La plataforma de Steem tiene muchas formas de entenderse y para mí una de las mejores es contar con una plataforma que permita compartir todas mis inquietudes de manera libre, mi música, mi poesía, mis pensamientos y reflexiones. Pero además de eso me permite generar unos ingresos por hacer “lo que quiero” que es compartir ese contenido.

Pero todos los que hacen vida activa acá saben bien que ganarse un nicho en una plataforma que ya tiene tres años y donde el idioma predominante es el inglés, no es fácil. Se puede, y trabajando con paciencia e inteligencia, se puede llegar muy lejos. Todavía vemos a autores que llegan acá y sin necesidad de las malas prácticas, logran ganarse un espacio, el respeto, la reputación y el Steem Power que definen nuestro estatus y poder en Steem.

Sin embargo, ha surgido una nueva modalidad que permite “engancharse” en el proceso como si fuéramos iniciadores, porque en realidad sí lo somos. Son las tribus. En ellas estamos arrancando de cero, es como si la plataforma Steem estuviera empezando de nuevo y tuviéramos la oportunidad de empezar con ella. Pero esta tiene algunas ventajas adicionales, como lo es que puede ser mucho más específica en función de tus intereses. Por ejemplo, en #sonicgroove vas a encontrar mucha música, pero no vas a encontrar posts científicos. En #photostreem vas a encontrar muchas imágenes, pero no encontrarás poesía (a menos que vaya vinculada a las imágenes). Así es como en #spanish-tribe solo vas a encontrar publicaciones en español y no tendrás que estar filtrando para no ver las que está en turco, coreano, alemán, etc.

En estas tribus solo hay asignados algunos tokens a los creadores de la misma, a algunos colaboradores e inversionistas, pero el grueso del dinero está esperando por aquellos que quieran convertirlo en “su negocio”, en “su empresa”. Es en estas comunidades donde están más al alcance de todos, las posibilidades de convertirnos en “ballenas”, pues a diferencia de la plataforma Steem, donde hay gente haciendo power up desde hace tres años, publicando regularmente, aquí TODOS estamos empezando.

La gran ventaja que tenemos con esta modalidad, es que ella no nos va a restar en nuestros ingresos de Steem, a menos que tengamos la suficiente convicción y habilidad para comprar los nuevo tokens. Es decir que sin necesidad de perder en Steem, podemos empezar a “acumular” riquezas o poder con estas monedas.

Por ejemplo, si con una publicación yo antes me podía ganar $3, ahora, además de esos tres SBD, voy a ganar digamos 100 SPACOS, 50 CCC, 200 PHOTOS, 15 PAL, etc., etc.

Ahora, si tal como lo mencionamos antes, yo “vivo” de estos 3 SBD, pues no los voy a perder, pero la pregunta que surge es ¿qué hago con los tokens? Y aquí viene la parte que da origen a este escrito.

Al entender estas monedas como un “extra”, tenemos la posibilidad de decidir cuál será su destino. Las opciones en primera instancia son dos:

1. Venderlas y conseguir más Steem para comprar más comida (por ejemplo)
2. Hacer stake con ellas y convertirme de esa manera en “accionista” de mi propia empresa, empezar a ser parte de un proyecto y abrirme la posibilidad de convertirme en “ballena” en un futuro, con los respectivos beneficios económicos que ellos implica y con el poder que ésto da.

El riesgo de la segunda opción es que el proyecto no prospere y no gane nada. El beneficio, en caso de que sí funcione, es obvio.

Ahora bien, si no quiero correr ese riesgo mi opción es vender. Y aquí viene una de las trampas en las que muchos usuarios han caído.

El precio de una moneda se establece, principalmente, por la oferta y la demanda. Cuando el proyecto se está gestando, uno planifica un proceso y estima el costo que pudiera llegar a tener esa moneda, pero nada de eso es definitivo. El impacto en el mercado es el que va a hablar y va a determinar las cosas.

Por supuesto, en un proyecto nuevo, como es el caso de Hispanohablantes y la moneda SPACO, hay mucha gente que la desconoce y no van a salir a comprar estas monedas como locos, pues aún se ignora lo que es (Este es solo un ejemplo, aplicable también a las otras tribus). Por lo tanto, la demanda va a ser baja en sus primeros tiempos. En la medida que el proyecto se vaya consolidando y de los éxitos o fracasos que se vayan desarrollando, la gente empezará a confiar o no y es aquí donde empieza a establecerse el verdadero valor de la moneda.

Pero hay estrategias que confunden al usuario común que desconoce estos movimientos. Uno de los movimientos comunes es el que aplican algunos traders (personas que se dedican a vender y comprar monedas, como una forma de negocios). Se trata de hacer una oferta muy grande a muy bajo precio por la moneda en cuestión. Si ustedes revisan en Steem-engine encontrarán órdenes de compra por mucho menos de la décima parte del valor de la moneda. Esto es con miras a que si un incauto vende a ese precio, ya tenemos una ganancia asegurada. Por lo tanto siempre vamos a encontrar un comprador, si queremos vender barato…

En ese sentido me impresiona ver la cantidad de gente que vende sus moneda a precios irrisorios. Entiendo que la mayoría de esas personas no saben lo que tienen y lo que pudieran hacer con esas monedas. Y eso no sería problema si al mismo tiempo no afectara la economía completa de la moneda. Pero ese es el efecto colateral que perjudica a los que sí entienden y están comprometidos. Las ofertas baja siempre van a existir, pero solo si las aceptas y vendes a ese precio empieza a repercutir en el precio real.

Yo me he visto en la necesidad de vender algunos SPACOS y en ningún caso lo he hecho por menos de 0,006. Sin embargo estoy cansa de ver a personas que venden por debajo de 0,002. Estas ventas a esos precios, por supuesto, llevan el valor hacia abajo.

Pero la parte más triste de estas “negociaciones” es ver los montos que manejan. Generalmente son ventas que no hacen un aporte significativo para quien vendió sus monedas. En cambio si representan una pérdida enorme para lo que pudiera significar en un futuro en caso de no hacer la venta, en caso de decidir “reinvertir” en la plataforma.

Una venta de estas significa algo así como “agarrando aunque sea fallo”, pero eso como una alternativa u opción ante la posibilidad de hacerte socio de una gran empresa.

Yo entiendo que por necesidad uno tenga que vender sus bienes, pero hacerlo por ignorancia o por desconocimiento, si que es una tragedia. Eso es como vender un pichón de gallina ponedora, como pollito de fiesta…

Yo creo que luego de los cambios que trajo el HF21 y el HF22, se nos abren caminos prometedores en toda la plataforma y creo que las tribus son una estructura ideal para desarrollarnos. Y cada día me convenzo más de la necesidad de invertir en tiempo, contenido y dinero en esta plataforma.

Aunque yo suelo hacer stake con todas las monedas que recibo, entiendo que uno debe centrarse en algunos proyectos y dar prioridades, pero antes de vender tus próximas monedas piensa en que pudieras estar cayendo en lo que dice el refrán aquel: “Pan para hoy, hambre para mañana”.

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Fuentes: Imagen 1, Imagen 2, Imagen 3

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