El poder destructivo del pensamiento
Los ataques psíquicos constituyen una manipulación de energías y fuerzas sobrenaturales. Siendo más precisos, un ataque psíquico es el empleo de una o más facultades extrasensoriales de la mente con el fin de causar daño en otro ser (por lo general otro humano), contaminar las vibraciones energéticas de un lugar o de un objeto.
En todo ataque psíquico participan vibraciones energéticas de carácter "oscuro" y "negativo", que ocasionan disturbios en los cuerpos energéticos y físicos de la persona que es blanco del ataque. Como bien se sabe, los ataques psíquicos pueden ocasionar "mala suerte" en sus víctimas, haciendo que las cosas salgan más mal de lo común. Sin embargo, esto ha generado, en muchos creyentes del esoterismo y los temas paranormales, la creencia de que su infortunio es producido totalmente o en gran parte por ataques psíquicos; siendo que, en el fondo, muchas veces esto no es más que una salida del sujeto para evitar afrontar la responsabilidad moral hacia sus actos y su vida, tal y como se ve cuando las personas muy religiosas usan al Diablo como chivo expiatorio.
Por otro lado, suele creerse que los ataques psíquicos tienen casi siempre a atacantes vivos como sus autores, cuando en realidad muchas veces los atacantes son entidades de los bajos planos astrales o incluso, en muy excepcionales casos, demonios. Aquí el lector puede preguntarse: ¿cómo puede realizar ataques psíquicos quien no tiene cerebro físico que posibilite una mente? La respuesta es que la mente, en el marco de creencias donde suele postularse la existencia de ataques psíquicos, es algo que trasciende al cerebro al punto de que puede subsistir tras su desaparición, cosa que estaría confirmada en las comunicaciones verbales emitidas por espíritus, suponiendo a éstas como reales.
La brujería y los ataques psíquicos
Aquí es clave tener en cuenta que, desde un punto de vista parapsicológico, brujería y ataque psíquico son dos cosas que van de la mano. No todo ataque psíquico implica brujería, pero la mayoría de brujerías implica ataques psíquicos, en el sentido de que suelen, en el proceso ritual, verse implicados uno o más agentes que emiten energías negativas con la mediación de sus mentes. Muchas veces hay un solo agente, que es el mago negro o la bruja, enviando energías negativas con la participación del odio, la ira u otros sentimientos o emociones negativas que potencian sus facultades psíquicas orientadas hacia la destrucción; aunque, en una gran cantidad de casos, participan otros agentes como espíritus o demonios invocados.
Partiendo de lo anterior, el ataque psíquico tendría siglos de antiguedad como parte integral de la magia negra. Ejemplos serían el vudú africano y haytiano, los chamanes de América del Norte y Latinoamérica, las brujas de la Edad Media y, desde luego, las hechiceras de nuestros días que ofertan sus servicios en anuncios de internet y diarios cuyos consumidores son por lo general personas de origen socio-económico bajo.
Debilidades y fortalezas en las víctimas
En el contexto de los ataques psíquicos, es difícil que alguien pueda penetrar un aura que es sana y fuerte, como suelen ser las auras de maestros de meditación, místicos, buenos sacerdotes, terapistas de reiki y, en general, personas muy buenas y espirituales. Pero lo mismo no ocurre con quienes tienen grietas en el aura o tienen auras débiles y enfermas. En este perfil entran quienes tienen muchos sentimientos negativos guardados, quienes han practicado invocaciones, satanismo u otras cosas que los exponen a la acción de entidades malignas, o quienes han debilitado su mente y su voluntad con drogas, alcohol, cigarrillos, hongos alucinógenos, etcétera, aunque también quienes están bajo una enfermedad crónica o alguna clase de contaminación química o radioactiva.
Lo anterior deja percibir el fuerte vínculo entre lo físico y no físico en relación al grado de vulnerabilidad que se tiene con respecto a los ataques psíquicos. Esto es clave para entender cómo un ataque psíquico, que afecta en principio al aura, puede terminar, en casos extremos, causando enfermedad o muerte. Y es que el aura comporta tanto una parte astral, donde entran los pensamientos y emociones-sentimientos, como una parte etérica o electromagnética, que está fuertemente vinculada a los procesos orgánicos, al cuerpo físico. Entonces, ocurre que todo suceso en el nivel astral del aura, conlleva un suceso en el nivel etérico del aura. Así, si el ataque físico primero actúa a nivel astral, posteriormente habrá de influir en la energía etérica y finalmente en el cuerpo físico. Esto a nivel general, porque existen atacantes psíquicos con el suficiente poder como para perjudicar directamente el cuerpo físico de la víctima.
Ataques psíquicos comúnmente ignorados
Otro tipo importante de energía negativa que se puede enviar a los demás es a través de los pensamientos negativos, la ira, el rencor, etcétera, deseando daño a los demás, proyectando hacia otro nuestros celos, nuestro rencor, nuestro deseo de venganza, nuestra envidia, desprecio y otras cosas bajas. Todas estas cosas adquieren forma en el mundo astral y, sobre todo cuando son alimentadas por la visualización o la reiteración (pensar frecuentemente en quien nos inspira tal o cual emoción negativa), tienden a moverse hacia el aura de la persona que es blanco de aquello. Por ello la gente muy envidiada u odiada suele experimentar síntomas análogos a los que experimentan las víctimas de brujería, o incluso suele sufrir la presencia de entidades negativas en su casa. Pero quienes emiten esas energías destructivas, aunque lo hagan sin saberlo, por lo general terminan pagando, ya que, al llenar sus auras de energías del bajo astral, acaban por convertirse en imánes de entidades astrales como las sombras o los cascarones animados, siendo que estos seres se alimentan de energía negativa...
Síntomas de ataques psíquicos
• Actuaciones totalmente fuera de lugar
• Cambios de comportamiento sin razón aparente
• Pérdida de memoria
• Disminución en la claridad de pensamiento y/o la capacidad de análisis
• Fatiga constante y sin razón tangible
• Una sensación de haber sido "drenado"
• Súbitas sensaciones de frío en todo el cuerpo o en ciertas partes, siendo a veces reportadas en horas particulares del día o la noche...
• Sensación de tener una nube de electricidad invisible en tal o cual parte del cuerpo, cosa que resulta usualmente dolorosa y suele aparecer en horas determinadas...
• Escuchar una voz en particular
• Escuchar voces
• Pesadillas recurrentes o frecuentes
• Accidentes extraños
• Sensación de ser observado por alguien
• Malestar o miedo al entrar a una o más partes específicas de la casa o el lugar de trabajo
• Pérdida de auto confianza
• Pérdida repentinas y fuertes de energía
• Problemas de salud que no pueden ser diagnosticados por los médicos
• Sentir toques o golpes cuando no hay ningún ser vivo cerca de uno
• Sentir una o más presencias que lo acechan
• Problemas abundantes y que surgen repentinamente, tanto en lo personal como en lo laboral.
• Imaginar, súbitamente y sin razón aparente, cosas grotescas.
• Depresión súbita sin causa aparente
• Visiones o alucinaciones
• Episodios de ira o amargura sin causa aparente
• Aparición de pensamientos obsesivos y pesimistas
• "Mala suerte" generalizada
Sexo y energías negativas
Durante el acto sexual ocurren una serie de fenómenos importantes a nivel del cuerpo energético, que incluyen activación de chakras y acontecimientos en el flujo de la kundalini. Así, y para empezar, resulta lógico que el chakra sexual y el chakra emocional (el tercero, ubicado más o menos en la boca del estómago) se activan bastante durante el sexo, por más libre de afecto que éste pueda ser; mientras que, en el sexo lleno de amor, se activa también el cuarto chakra, el chakra del corazón, donde habita el Maestro Interior según dicen muchos ocultistas. Por todo este tipo de cosas, cuando dos personas tienen sexo intercambian energías, y se transmiten mutuamente cosas de considerable importancia, relativas tanto al lado luminoso como al lado oscuro de su esencia espiritual y psíquica. En este juego de energías, una persona A puede transmitirle a otra persona B cosas que van desde simples energías negativas asociadas a habitos destructivos de pensamiento o acción, hasta parásitos astrales, karmas (esta teoría de la transmisión de karmas no tiene sentido desde la filosofía moral aplicada al esoterismo...) o, en casos de quienes practican el satanismo, la brujería o el espiritismo de forma inadecuada, auténticas presencias del otro mundo...
En el contexto enunciado, el ataque psíquico habría de ocurrir de manera generalmente involuntaria, aunque bien podría darse el caso de alguien, póngase un practicante de la magia negra, que deliberadamente tenga sexo con una persona a fin de establecer un vínculo energético, un puente que maximice la efectividad de hechizos y técnicas psíquicas orientadas a controlar o dañar. O bien, y esto sería aún peor, podría ocurrir que, un mago negro experimentado, realice viajes astrales voluntarios a fin de violar astralmente a tal o cual persona, encerrando este tipo de situaciones ataques psíquicos y siendo, además, algo que en cierta medida ha alimentado la creencia en súcubos e íncubos.
Cómo eliminar las energías de los ataques psíquicos
Salvia Blanca
Las "manchas blancas" (humo) de salvia eran conocidas por los indios de América del Norte como método para limpiar las energías no deseadas. Actualmente se puede comprar salvia seca blanca cultivarla y secarla por cuenta propia.
Para difuminar las manchas de salvia blanca haga lo siguiente: tome un recipiente de unos 4 o 5 centímetros de diámetro y coloque unas pocas pulgadas de arena para cubrir el fondo y proteger el recipiente del fuego. Coloque después unas hojas de salvia blanca sobre la arena y, una vez que éstas empiecen a arder, apague la llama y rocíe el humo: encima de la cabeza y de todo su cuerpo varias veces si es sobre usted que desea realizar la limpia, o bien, si es en su casa, cierre ventanas y puertas y camine por todos los rincones, esparciendo el humo.
Obsidiana negra, turmalina negra, pirita, spray y esencias
Usted puede hacer un spray tomando agua y dos cucharaditas de concentrado líquido de turmalina negra, obsidiana negra o pirita. Hecho esto, rocíe cuidadosamente su aura, o su casa u oficina con el spray. Esto funciona igual que las "manchas de salvia", mediante la disolución o la eliminación de energías oscuras, y tiene su fundamento en ciertos principios de la Gemoterapia, según los cuales ciertas rocas se asocian a determinados tipos de energía
Ahora bien, algo a tener en cuenta es que no debe emplearse simplemente las esencias de las piedras referidas, pues éstas no son suficientemente concentradas. Es necesario solicitar el "concentrado de esencia madre" pues, aunque nos cueste más, garantizará un trabajo eficaz, al menos para la mayoría de limpias, pues a veces hay demasiada energía negativa, hay entes o, si tenemos a alguien que constantemente nos está atacando, no conseguiremos con spray alguno hacer que deje de enviarnos sus ataques psíquicos.
Otro camino a tomar es emplear las piedras mencionadas en sí mismas, sin tenerlas disueltas. Si las llevamos en la mano o el bolsillo izquierdo, estaremos absorbiendo energía de la piedra y ésta contrarrestará nuestras malas energías internas; mientras que, si las llevamos en la mano o el bolsillo derecho, estaremos liberando nuestra mala energía. En cualquier caso el resultado es el mismo, y siempre se aconseja cargar la piedra antes de usarla, para lo cual puede dejársela bañando en agua salada (con sal en cristal, no sal de cocina) durante el día, y luego dejarla de noche a la luz de la luna, preferiblemene llena. Este proceso deberá cubrir el ciclo de 24 horas, y preferiblemente, en los dos días previos, usted deberá limpiar la piedra con agua común mientras declara verbalmente su intención de purificarla y lo que desea obtener con la piedra una vez que ésta se encuentre cargada.
Incienso tibetano
Hay un incienso que actualmente se hace en los monasterios de Nepal. Lo fabrican a mano los monjes tibetanos, y al hacerlo lo impregnan con sus energías de espíritus evolucionados, además de con las energías propias de las aproximadamente 35 especias que emplean para crear dichos inciensos. Estos son inciensos mucho más poderosos que los normales, que son hechos en fábricas y tienen menos especies. Con estos inciensos, usted puede incluso ahuyentar entes malignos, aunque sea de forma provisoria; y, desde luego, despejar las energías negativas que hayan caído sobre un lugar a causa de uno o más ataques psíquicos con fines de infestación energética.
Conexión con la tierra
Cada vez que usted está pensando o tratando de limpiarse de las energías negativas y oscuras, puede sentarse cómodamente con ambos pies plantados en el suelo, y si es posible, justo en la tierra. Imagine entonces un cordón de plata fina que se extiende desde el centro de su ser o de cada uno de sus tobillos, llegando hasta el centro de la Tierra. Mantenga esta visualización hasta que se sienta profundamente conectado con la "Madre Tierra".
Con el ejercicio anterior, facilitará un vínculo energético con el prana (energía universal) propio de la Naturaleza y la Tierra entendida como una manifestación puntualmente poderosa de la misma. En el contexto de los ataques psíquicos, este es uno de los mejores métodos gratuitos de sanación.
El cono de luz celestial
Para realizar esta técnica es indispensable estar en un adecuado estado mental y espiritual. En vistas a eso, antes de efectuarla, el practicante deberá intentar liberarse, aunque sea solo de manera temporal (siempre con la intención de que esa liberación dure el mayor tiempo posible, siendo permanente si así pudiere), de todo sentimiento o emoción destructiva, perdonando a quienes deba perdonar, sobre todo al atacante o los atacantes psíquicos por cuyos ataques se ve obligado a realizar la práctica, incluso si éstos tienen un carácter anónimo. Por otro lado, será de gran utilidad que ponga su mente en estado de meditación, para lo que, en los casos de personas sin entrenamiento en meditación, resultará idóneo el uso de audios inductores de determinadas ondas cerebrales, sobre todo de ondas theta o, preferiblemente, de ondas alfa.
Una vez conseguido el estado idóneo, la persona se sentará en una silla o sillón cómodo, cerrará los ojos y, si lo desea, dejará los brazos en posición relajada o adoptará algún mudra (los mudras son posturas de las manos concebidas para inducir ciertos estados de conciencia). Entonces, mentalmente solicitará la protección especial del Universo —así aparece en el modelo tradicional del ejercicio, aunque aquí hay relativa libertad invocatoria, porque finalmente lo importante es convocar a una poderosa instancia espiritualmente superior—, de Dios, de Jesucristo o de uno o más ángeles. Imaginará para ello un cono de resplandeciente luz blanca, que se abre desde la parte superior de su cráneo y asciende hacia la instancia de luz con la que desea comunicarse, simbólicamente ubicada en el cielo, arriba. Cuando sienta al ser o los seres de luz que convoca, pedirá que le liberen de la energía psíquica que su atacante le ha enviado, que le sanen, y que transformen o bloqueen al atacante a fin de que no vuelva a dañarlo a usted o a ser alguno en el universo. En esta fase, mantendrá su mente concentrada en la petición (visualizando como todo lo malo es destruído por la energía que desciende sobre usted a través del cono) y, de ser posible, sentirá compasión por su atacante, deseando que éste sea liberado de su propia maldad.
La oración
Como ya habrá especulado el lector, la oración puede ser muy poderosa en el contexto de los ataques psíquicos. No importa su religión, lo importante es que contacte con Dios o sus seres de luz, sin importar los nombres que emplee para éste y aquellos. Ahora, y al igual que en el ejercicio anterior, cuando ore, procure primero haber "limpiado su corazón" aunque sea de manera transitoria; y, de preferencia, ore solo y en algún lugar cargado de energías positivas, como un santuario, una iglesia, o un lugar hermoso de la naturaleza. En cuanto a la hora, desde el marco de la Angeología, las 4 y las 5 de la madrugada son horas propicias, además del atardecer y el amanecer y, si es a los ángeles y no a Dios a quien se dirige, procure orar hablando y no solo con el pensamiento, porque Dios es omnisciente pero los ángeles, en su limitado grado de percepción, difícilmente escucharán sus pensamientos, a menos que anden cerca.
Otro punto importante, si acaso elige la oración para librarse de los ataques psíquicos y sus consecuencias, es la posibilidad de recurrir a la oración de otras personas; siendo que, en este marco, resultará particularmente útil la oración de quien siente amor o afecto por usted (sus padres, sus hermanos, sus amigos, etcétera) o la de quien, más allá de que lo conozca o no, es alguien virtuoso y con cierto grado de espiritualidad. Así, sería una gran idea solicitar ayuda en conventos y monasterios, pidiendo que oren por uno.
Liberación del mal sufrido mediante visualización
Si tiene cierta práctica en meditación o relajación con técnicas de yoga, no se preocupe para entrar en el estado óptimo; si no la tiene, consiga un audio de ondas theta o alfa y manténgase escuchándolo a lo largo del ejercicio, iniciando el ejercicio solo unos 15 o 20 minutos después de haber comenzado a escuchar el audio. Ahora bien, cuando esté con la mente serena, visualice su alma o cuerpo energético, y represente su mal sufrido (por los ataques psíquicos) como pequeñas partículas de oscuridad, que poco a poco se van concentrando todas en la zona de su pecho. Cuando sienta que no quedan más partículas por acumular, imagine frente a usted un recipiente expandible, vierta allí toda la oscuridad acumulada en su pecho, y destrúyala imaginando rayos blancos que salen de sus manos, las cuales abrirá con los brazos extendidos.