Mi llegada a Perú ha sido un gran cambio a mi vida. Desde que llegué en Diciembre todo por lo que he estado pasando han sido continuos cambios.
He temido hablar porque siento que estoy huyendo desde mi primer enfrentamiento contra el mundo, que voy en contra de las manijas del reloj.
Estoy corriendo, ¿corriendo por mí o estoy evitando al resto?
A veces uno cree que volver a casa resolvería mis problemas, y lo hace, el problema es que me sigo cerrando a los demás, no me dejo ayudar.
Nunca está demás pedir ayuda, incluso cuando te estás ahogando en tu miseria es un buen momento, tomar la mano de alguien en quien confías y dejar entrar.
Ha sido difícil, me he dedicado a decir que estaba bien cuando realmente me pasaba las noches llorando.
Mi futuro, mi presente, es el ahora, si me quedo en el pasado, solo estaría echando a perder todo mi trabajo personal.
A vosotros que leéis esto, os recomiendo que si tenéis a alguien, no duden, no están molestando, solo pidiendo ayuda.
Lo peor es no intentar.