Esta ruta la realicé en una excursión hace un par de años y a día de hoy todavía pienso que es uno de los mejores parajes que he visitado.

El desfiladero de Mont-rebei (congost de Mont-rebei, en catalán) es un espacio natural situado en el límite entre Cataluña y Aragón, en los Prepirineos catalanes. Se considera que es uno de los parajes más remarcables de Cataluña en cuanto a la naturaleza y al paisaje.

Este lugar no deja indiferente a los visitantes sobre todo por las largas paredes del desfiladero, que según nos contaron llegan hasta los 500 metros de caída vertical y forman un paso angosto de tan unos 20 metros de amplitud, más o menos, en los tramos más estrechos. Entre pared y pared se abren paso las aguas del río Noguera Ribagorzana.

Pero quizás lo más espectacular de todo es pasar por sus adentros.

Gran parte del desfiladero de Mont-rebei está incluido dentro del Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de Cataluña y también está al límite de una reserva natural: seguramente es por esta razón que si quieres estacionar tu vehículo al inicio de la ruta deberás pagar (unos tres euros, si no recuerdo mal), para contribuir a la conservación y al mantenimiento del espacio.

Después de haber estacionado puedes iniciar la ruta a la fuerza a pie, porque no hay ninguna carretera ni línea eléctrica que lo recorra. Bueno, o lo puedes visitar por el río también, en kayak. Pero en cualquier caso debes saber que el itinerario es lineal, no circular, así que todo lo que avances lo tendrás que retroceder para regresar.

No tendrás prisa para regresar al vehículo, te lo aseguro, cuando te encuentres ahí en medio. Y decía más arriba que lo más espectacular es pasar por sus adentros porque si haces la ruta a pie vas a pasar por el interior de la roca del desfiladero.

Como se puede ver en las fotografías que tomé por el camino, el paso se abre por una de las dos paredes verticales del desfiladero, que dispone de un caminito excavado en la roca. Es un camino ancho, no hay peligro de caerse por estrechura, y además en los tramos más complejos hay como una barra de hierro clavado en la pared para agarrarse, si es necesario.

En total la ruta GR clásica son unos 4 kilómetros, llanos y con un poco de ascensión. Es una ruta apta para toda la familia y se puede recorrer en unas pocas horas, pero os recomiendo pasar gran parte del día en este espacio para ir haciendo paradas por el camino.
Eso sí, si tenéis vértigo, no es el mejor lugar para andar. Porque en algunos tramos el camino lo cruza algún puente colgante situado a bastante altura del río, o pasos de madera de aquellos que dejan entrever los metros y metros que tienes bajo los pies. ¿Se puede apreciar, en la foto?

Y aquí tuvimos que dar media vuelta porque uno de nuestro grupo no fue capaz de bajar por este tramo. Si no, podríais ver las escaleritas de madera que siguen más adelante y que van bajando en zigzag hacia abajo del todo. En todo caso, lo podéis ver por aquí por Internet.

De plantas y árboles no os puedo contar demasiado, porque no entiendo de ello. Pero sí os puedo decir que durante mi visita pude ver algún ave rapiñador de los que suele haber en los despeñaderos: el halcón. Además, según nos contaron en el punto de información que hay en la zona de aparcamiento, a lo largo del desfiladero también suelen dejarse ver águilas doradas y buitres en el aire, además de nutrias por el río. Al final de mi trayecto, lo que pude fotografiar rondando los vehículos fue curiosamente un zorro. Seguramente acostumbrado a que los turistas le dieran algo para comer.

¡Recomendable al 100%!