[ENG-SPN] The stately Reinosa / La señorial Reinosa

It could be said that Reinosa, whose history, at least the documented one, takes us back to the 10th century, with the dalliances of the mythical counts of Castile and figures such as Sancho García, so present in that jewel of medieval Literature, as is The Romancero, also constitutes an impregnable bastion between that extension of the mythical Picos de Europa, such as the Palentina Mountain and a Castilian Plateau, which, combining the singularities of Palencia and Burgos, forms, above all, its so-called Gothic Fields , one of the hardest stages for pilgrims who disembarked in the Cantabrian ports, currently distant and traveling by car, just under an hour away.

Crossed by the melancholic passage of a river, the Ebro, which sees a good part of its flow being retained a few kilometers further on, in the fabulous reservoir that bears its name and whose construction flooded numerous towns and villages, whose remains rest in the dark bed of its bottom, Reinosa is, furthermore, a city that still preserves a good part of its old medieval charm, not oblivious, at all, to the ups and downs of a present that looks towards the future with the optimism of being one of those privileged places , where both travelers and tourists have a diversity of attractions at their fingertips, which are defined as: nature, landscape, mountains and sea.

Podría decirse que Reinosa, cuya historia, al menos, la documentada, nos retrotrae hasta el siglo X, con los escarceos de los míticos condes de Castilla y figuras como la de Sancho García, tan presentes en esa joya de la Literatura medieval, como es el Romancero, constituye, además, un bastión inexpugnable entre esa prolongación de los míticos Picos de Europa, como es la Montaña Palentina y una Meseta castellana, que, aunando las singularidades de Palencia y Burgos, conforma, sobre todo, en sus denominados Campos Góticos, una de las etapas más duras para los peregrinos que desembarcaban en los puertos del Cantábrico, distantes, en la actualidad y viajando en coche, a poco menos de una hora.

Atravesada por el paso melancólico de un río, el Ebro, que ve cómo buena parte de su caudal queda retenido algunos kilómetros más adelante, en el fabuloso embalse que lleva su nombre y cuya construcción anegó numerosos pueblos y aldeas, cuyos restos descansan en el oscuro lecho de su fondo, Reinosa es, además, una ciudad que todavía conserva buena parte de su antiguo encanto medieval, no ajena, en absoluto, a los vaivenes de un presente que mira hacia el futuro con el optimismo de ser uno de esos lugares privilegiados, donde, tanto viajeros como turistas, tienen una diversidad de atractivos al alcance de la mano, que se definen en: naturaleza, paisaje, montaña y mar.

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