Huellas

Mis pisadas, que me acompañan a donde voy... Camino solo, como de costumbre.
Me juraste amor eterno con fecha de caducidad. Tu boca me decía que todo estaba bien mientras tus pupilas me gritan la verdad, opacas, sin brillo, observaban a un muerto, nuestra relación.
Bajo la impotencia de no saber qué hacer, cuando todo lo que construimos se desvanece ante mis ojos, mientras aquella persona que creí conocer se torna cada ves mas difusa, brumosa. Tu rostro se hace cada vez más pequeño conforme te alejabas de mí. Tus manos se alejan de mi cuerpo, tus labios de los míos, tu iniciativa, tu lívido y tu querer caen desde un precipicio a caída libre rumbo hacia el averno. Cómo duele saber que te pierdo, cómo duele no entender qué pasó.
Duele el sentir que me estoy volviendo loco, que soy yo quien esta mal, que soy sensible y exagero las cosas, que no se fluir, que soy aburrido. Duele que aquella persona que debería verte como una flor en el desierto sin querer te haga sentir como una insignificante florecilla que crece a las orillas de un cementerio .