Hablar es un acto que después de ser adultos hacemos de una manera natural, las palabras fluyen de manera constante -en la mayoría de los casos- como una forma de comunicarnos, y en términos generales podríamos decir que así es, cumple su función, enviar un mensaje a la persona que las escucha, y evidentemente producirá un efecto en esta. Pero, además de sólo ser una medio de comunicación, hay quienes la elevan a otro nivel.
Es ahí cuando podemos decir que las palabras tienen poder, porque a través del mensaje que se envía puede generar una reacción específica en el otro, que si tenemos conciencia de eso, lo que a partir de las palabras podríamos lograr sería muchísimo más de lo que con frecuencia podemos hacer.
Esa frase la he escuchado muchas veces, "las palabras tienen poder", pero cuando analizo su significado lo confirmo. He podido ver a muchas personas que por medio de la palabra, al saber como utilizarlas adecuadamente, con su nivel de entonación que permite llegar al otro de una manera suave pero contundente consiguen lo que quieren, literalmente. Y sin usar la fuerza en ningún momento.
Evidentemente, existen y han existido personas que además de buena capacidad de conversar, de emitir ideas, utilizan un tono violento que las hace casi temerarias, y muchos ejemplos de estos hay, como por ejemplo el reconocido Hitler, que tenía una capacidad de convencer a las personas con su palabra, y acompañado de un lenguaje y tono agresivo, ya sabemos, por la historia, lo que logró hacer.
Pienso que todo poder, incluso la palabra, debe ser utilizado para hacer el bien y no lo contrario, porque de ese tipo de personas que hacen daño sobran realmente en el mundo. Pero, volviendo al tema principal, tenemos otros grandes ejemplo del poder de la palabra.
Los escritos suelen dar la posibilidad de que cada persona que lo lea lo interprete a su manera, sin límites, es por eso que por ejemplo si leemos un libro, y después vemos una película de este libro, nos daremos cuenta de que han omitido muchas cosas y que lo que leímos y de manera paralela íbamos imaginando es mucho mejor que lo que han creado como película.
Particularmente me ha pasado esto, y no puedo criticar las películas, porque son una expresión, una muestra de lo que alguien interpreto, es su lectura, claro, pero lo que si puedo decir es que el poder que demuestra la palabra escrita de evocar a nuestra mente lo que vamos leyendo es sin dudas una demostración de lo que con la palabra podemos hacer.