Quiero ver más allá, erradicar mi vida en pos de aquello a lo que hay en mi corazón, ese sentimiento de inmortalidad, sentimiento de eternidad que no cesa de vagar por mi mente sin darme cuenta hasta el momento en que no pienso en nada más, cuando suspiro y medito en qué es lo que quiero no habiéndome formulado tal pregunta, sino que simplemente miro al techo, mientras acostada en mi cama me dejo palidecer y dormir cada músculo tratando de solamente sentir el respiro y la viveza de mis pulmones que al igual que mi corazón, no cesan de trabajar.
Minutos que parecen el comienzo de una eternidad, eternidad fingida y que muere al instante en el que me preocupo por los segundos y minutos que pasan, los cuales no volverán jamás, como las palabras que salen de mi boca.!