Habia un turpial primoroso,
cuyas plumas el sol envidio,
y tenia un cantar tan precioso,
que hasta el trono de Dios se elevo,
una tarde que habían nubarrones,
desastrosos terrible y fatal,
vino un ave a escuchar sus canciones,
en eso se fue mi turpial.
En memoria de mi abuelito Firmo de Jesús Gutiérrez...
Gracias por su valiosa visita a mi blog...
Les pido regalarme un voto el cual será retribuido...
Feliz y bendecido día