Ella era fría como el invierno, pero tenía las mas cálidas primaveras. .
En sus largas piernas había poesía, y en su mirada inocente un atractivo misterio. .
Su dulzura era una quimera, de esas que pocos dicen haber visto. .
En ella habitaba una estruendosa tormenta, a la que muchos le huían y muy pocos sabían disfrutar. Su perfume generaba adicción y su sonrisa te hacía querer descifrarla. .
Su dolor siempre estaba oculto, pero podías leerlo de sus labios siempre rojos. Le gustaba cuidarse sola, aunque muchas quisiera ser salvada. .
Ella espera por ti, aunque quizás aún no te conozca.