Escribirte y reescribirte

Siempre te invento, en sitios que no me atrevo a pisar, pero que ansío cada día conocer, en la loca idea de por fin encontrarte. Me atrevo a escribirte, describir tu vida de fantasía, imaginar ese amor vacío que a pocas veces das, y que no buscas disfrutar. A imaginarte en aquel viejo sofá, siempre tan triste, siempre tan vacío.

Allí se acaba la dura portada, el afán de la soledad, y las otras tonterías que solo se empeñan en buscarme. Las mismas que me hacen imaginar cada vez que llegas a casa, duermes en una cama que mantiene un espacio vacío, donde solo quieres escribir mi nombre. Pero no lo lleno, y no esperas llenarlo. Ese lugar exacto donde pasas tu mano con melancolía, esperando acariciar una espalda que escuche tus malos días, y te regale un beso para sanarlos.

La misma habitación donde te levantas a las 3am con un pensamiento recurrente, mil complejos al acecho, y la vieja pregunta del “por qué”. Te atreves a romper los recuerdos, a sanar las cicatrices de un viejo amor, te inventas la vida que no crees merecer. Así también extrañas los días de sonrisas felices, cuando te sentiste cerquita de vivir, y aún así te dejaste partir en busca de “algo más”. Recuerdas ese café a media tarde, con la brisa de frente, en un parque cotidiano, donde para decir hola, comenzaste diciendo adiós. El lugar donde viste el amor a los ojos, y lo dejaste pasar.

De este lado aún llueve, aparecen los fantasmas que intento matar, y las heridas aún duelen. Busco reescribir tu historia para cruzarla con la mía. Poder encontrarte al despertar, con el café en la vieja taza que te obligue a comprar, darte un beso para desayunar, descubrir los viejos lunares que siempre me gusta explorar, y recitarte de a poquito, besito a besito, las veces que reprimí decirte te quiero.

Mi alma ha salido a tu búsqueda, sin resultados alentadores, con la fuerza de atracción que ejerce tu corazón cada vez que de lágrima en lágrima me llama. Pero no me ves, no te detienes frente a la multitud, no llego a ti, y aún antes del encuentro, seguimos sin conocernos…