¿QUÉ HACER CON EL AMOR QUE SE QUEDÓ SIN DUEÑA?
Abrazarla, protegerla como nadie más/colocarla en un espacio donde el tiempo se enaltece con el recuerdo.
De las dádivas de mi compañera de piel recóndita/
cuyo llanto ausente en el abandono me maltrata.
Las flores en las telas que te adornan/ me hace cavilar sobre los sentimientos/
sin tregua en las lágrimas del amor que se quedó sin dueña.
De rodillas, desgarrado, lo he sepultado, en el nuevo rincón de mi biblioteca/reservado para amores desaforados, zanjados, por la envidia del sol