Mi gato acurrucado bajo las sombras de mi lecho; el hastío se siente en el ambiente gris y noche. Tanteo en las sábanas y las paredes de mi limitada existencia. Comienzo a cuestionar el sentido de la vida y mil peripecias fotográficas más desde la silla de ruedas hasta la cama.
Busco cual ciego desnudo respuestas en las horas, en los canales de televisión y los del androide que acuesto conmigo cual única compañía.
Antes, cuando era feliz y creía en hadas, gnomos y magos, la vida se deslizaba atrevida y sonriente como el viento, y a veces fluía en caricia como el agua entre los dedos.
Pero, ya en la cama, me persigue cada madrugada el fantasma-sueño de la muerte, a cada apnea que me lleva atravesando todos los techos del mundo hacia la tiniebla del universo.
Cada mañana cuando despierto, mi único punto a favor es que, por suerte tengo uno de esos majestuosos felinos, que me protege. Mi gato es dueño de la noche y el silencio, en su elegancia se deja ver su volar y en su mirada el enigma, el misterio de la muerte embalsamada.
Luego, se repite la misma historia: lavarse, ejercicio, drogarse, comida, hastío, no-vida, más muerte y un gato.
Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!