Dios mío me asaltó la nostalgia retrasada desde noviembre
Estoy inmóvil, en mi cama, vestida para salir a sacar el rif....
pero ya no voy, le sirvo un bollo de pan y una taza de café al sentimiento que más ha crecido en mí
y se abre una compuerta en mi pecho,
se lleva todo a su paso,
inunda el apartamento, el piso,
los pisos inferiores, la calle, la gente vacía e imagino que el fruto de esta tarde de té junto a la nostalgia,
calma su sed, su hambre, duerme la incertidumbre colectiva y les deja la esencia: una sonrisa sincera