Es aquella bruja
quien parece pintada por la mano de Miguel Ángel,
que debió llorar
mientras trazaba sus ojos
iracundos,
partícipes.
El pulso no le tembló,
al pasar por sus manos
En su corazón debió nacer una tormenta,
diluvio
Uña por uña, la creó salvaje
Ni Dios la fuese podido dar a luz,
la costilla de Adán no fuese sido suficiente.
La boceto de puta y la pintó de virgen
Con manos de reina,
pies de obrera
y ojos de mujer.
Miguel Ángel, que fuese héroe,
la encuadraría fuera de miradas furtivas
Él sabía que sobre el suelo no podía andar
La imaginaría entonces,
sobre una nube
y en una esquina del cuadro,
donde no hubiese nada en particular.
Dentro de él,
desbordamiento,
debacle
¿Bebería Miguel Ángel?
Fuese bebido, al pasar por esos cabellos,
al trazar las hebras,
al imaginar su caída
y al tomar la pintura negra.
Para entonces, ya no importarían
gustos personales / sexuales /sentimentales
Él también se fuese enamorado
de ti.
Pintura de Miguel Ángel, El pecado original.