Palabras.

Sonríe, sonríe como si jamás hubieras sentido miedo, el ayer logró dar su último suspiro, el mañana aún juega a las escondidas, pero el presente, ese mismo que tomó con firmeza tu mano al saber que los segundos son tan valiosos como el oxígeno que respiramos nunca fue un cobarde, pues aún se encuentra tomado de tu mano aun cuando el miedo servía de cobija en las noches de 1969, jamás dejes de sonreír pues los males del verano pasado se esfumaron, las lágrimas derramadas está noche formarán un río que nos guiarán al país de las maravillas, donde nuestro dios aguarda, donde nuestro demonio reposa, donde las estrellas sonríen con total regocijo, la luna arregla aún su hermosa cabellera y el hermano sol cuida de la naturaleza, donde la edad no existe y la muerte no es el centro de atención en los medios de comunicación, nunca dejes de sonreír, pues el paraíso aguarda, lo que alguna vez logró ser "libertad" no se encuentra más en los anaqueles de los comercios de nuestras ciudades, hoy se encuentra en los corazones de las almas jóvenes que alguna vez lucharon por amor, toma marcha a lo desconocido pero jamás dejes de sonreír, se aquel joven que demoró cinco horas en traer el pan de la tienda sólo por correr en bicicleta con sus amigos, se aquella chica que por miedo de equivocarse no se acercaba y espiaba al que sería su futuro esposo, seamos aquellas tardes donde las calles siempre estuvieron colmadas de sonrisas y el amor era nuestro segundo oxígeno, seamos las noches de cine donde dejamos hasta el último centavo sólo para impresionar aquella chica que nos gustó desde el quinto grado, aquel primer beso que marcó nuestras vidas, nuestro primer "te quiero", nuestro primer "te amo", sonríe aunque creas que no debas, sonríe aunque el orgullo grite a los cuatro vientos que no lo hagas, sonríe pues la vida aún continúa, recuerda tu noche de bodas, recuerda tu primer abrazo y de la grandiosa mujer que logró dártelo, sonríe pues esa mujer aún te ama como cualquier madre lo hará siempre, pero recuerda no derramar lágrimas aunque no se encuentre, las almas justas tienden a ser inmortales, recuerda siempre la mirada de tu padre y aún sin decir palabra alguna sabías que estaba orgulloso o por lo menos recuerda su nombre cuando no se tuvo la dicha de conocerle, sonríe pues en las llanuras de África bendicen nuestra llegada y nuestra salida, sonríe tanto que así cuando llegue el día de nuestra muerte las lágrimas de nuestros compañeros serán momentáneas pues las carcajadas al recordarnos serán el remedio perfecto, pero más que nada en la vida sonríe sabiendo que eres el alfa y el omega de los que te rodean, sonríe sabiendo que esté presente, tu presente es algo que vale más que todo el oro del mundo junto, pues sabes lo importante que son los segundos que no se detienen y que ellos te sonríen al pasar.