ABÚ Y EL ÁNGEL
Cuento Oriental
(Esto pasó a Abú Ben Adjem) ¡Crezca para siempre su tribu!
Abú Ben Ádjem ¬despertó cierta noche de un buen sueño de paz y vio en la habitación que la luna alumbraba convirtiéndola toda como en un lirio en flor un ángel escribiendo en un libro de oro.
Su larga vida de paz le había hecho atrevido, y a la extraña figura Abú se dirigió:
—Di, ¿qué escribes?
El ángel volvió hacia él los ojos y con una mirada que era toda dulzura respondió:
—Son los nombres de los que aman a Dios.
—¿Y está el mío entre ellos? le preguntó Ben Ádhem.
—No está respondió el ángel.
Con menos osadía, pero aún atrevido, Abú dijo:
—A lo menos, pon mi nombre como uno que ama a sus semejantes.
El ángel lo escribió, y desapareció.
A la noche siguiente, con deslumbrante luz, volvió el ángel de nuevo, en su libro mostrando los nombres de aquellos bendecidos por Dios, porque Su amor estaba reflejado en sus vidas. ¡Y he aquí que el de Ben Ádjem estaba a la cabeza!
El que ama a Dios tiene que amar también a sus semejantes.
hermoso cuento
realidades fastuosas
RM