COLOMBIA NUNCA SE CONVERTIRÁ EN OTRA VENEZUELA

La campaña de la ultraderecha colombiana en las elecciones presidenciales no consiste en más que generar temores falsos en el pueblo colombiano, que; por su débil educación cree todo lo que se publica en internet o televisión.
Nuestro sistema por más débil que sea es capaz de mantenerse y nunca se convertirá en un país con híper inflación y con desplazados por las malas condiciones económicas. Aquí algunas razones.
A pesar de los altos niveles de corrupción en todas las entidades públicas; locales y nacionales, nuestros dirigentes son bastante preparados académica y empíricamente. Estudiaron en los mejores colegios, las universidades más costosas y han estado durante años inmiscuidos en la esfera política.
Es un lastima reconocerlo, pero sabemos que unos pocos adinerados son quienes tienen todo el control del país, no brindan oportunidades para que personas diferentes lleguen a su gremio, no aceptan extraños y así nadie más podrá participar en las actividades de dirección nacional.
Esto nos lleva a otro razón; la corrupción. Un año antes del proceso con las FARC (2011), el índice de percepción de corrupción en el país era de 34 puntos según la Organización para la Transparencia Internacional. A la fecha este índice es de 37, ocupando el puesto Nº 96 en el ranking de corrupción gubernamental. En seis años la corrupción ha aumentado bastante y bajo estas circunstancias, aunque los contratos de obras; por ejemplo, se entregan a dedo, de alguna manera hacen que la economía sea medianamente sostenible, con algunos altibajos obviamente pero se sostiene.
Esa misma corrupción dificulta bastante el hecho de que candidatos diferentes a los de las maquinarias políticas entren abiertamente al juego de poder colombiano. Y cuando lo logran inmediatamente comienzan las piruetas de los dirigentes para sacarlos del juego, como sucedió con Gustavo Petro cuando alcanzó la alcaldía de Bogotá; incluso asesinarlos, cuya mejor prueba es el aumento de asesinatos de sindicalistas a lo largo del territorio nacional.
En conclusión; si un candidato de izquierda gana las elecciones presidenciales; inmediatamente le aparecen escándalos e investigaciones para tratar de removerlo y por otra parte, la alta corrupción mantiene a los poderosos en su cargo.
PD: Votemos por candidatos diferentes a los de las maquinarias políticas; así nuestro panorama cambiara un poco.