Pues, dejen que les hable un poco acerca de mi país.
Es conocido oficialmente como la “República Bolivariana de Venezuela”. Venezuela es un hermoso país situado en América que posee una considerable cantidad de islas pequeñas e islotes en el mar Caribe. La capital de mi país, es Caracas y limita en el norte con el mar caribe, al oeste con Colombia y al sur con Brasil.
Venezuela es un país hermoso y rico, en donde puedes hallar hermosos paisajes y cuenta con todos los diferentes tipos de climas. Desde la fría nieve en el estado Mérida hasta un sofocante calor en los Médanos de Coro. Y el exquisito aroma de las excéntricas y paradisíacas playas que posee este precioso país.
(Estación, Pico Espejo - Teleférico de Mérida)
( Cayo Sombrero - Parque Nacional Morrocoy)
Venezuela contaba anteriormente con una economía que estaba basada principalmente en el procesamiento y extracción del petróleo, más sin embargo, también contaba con diferentes actividades industriales y agrícolas
Yo nací y crecí recorriendo mi país. Mi padre siempre me dijo, que uno debía conocer y amar a la tierra donde había nacido y con el paso de los años, fui conociendo diferentes lugares de los cuales, puedo decir que me enamore de unos cuantos.
(Tepuyes Kukenan y Roraima - Gran Sabana, Parque Nacional Canaima)
Venezuela, es un país que lo tiene todo, con gente trabajadora y luchona que sale cada mañana a ganarse, con el sudor de su frente, el pan de cada día, (o en este caso, la arepa de cada día).
En este país, la gente solía ser muy alegre, muy chicharachera y bullera, pero, con el paso de los años, la alegría que caracterizaba a los venezolanos, se fue apagando poco a poco.
¿Por qué? Pues, eso es muy sencillo. Por haber cometido un error, en unas elecciones.
El 02 de Febrero de 1999 llegó al palacio de Miraflores, quien fue, durante muchos años, el presidente de Venezuela: Hugo Chávez.
Durante su mandato, se despilfarró no solo el dinero, sino también los recursos del país, sumiéndonos en la miseria, la corrupción y la desgracia.
Ahora, en el 2017, tras haber vivido unos cuantos fraudes electorales, paros petroleros y referéndum revocatorios una gran parte de la población se pregunta: ¿Por qué debo votar? ¿Valdrá la pena hacerlo?
Yo creo que si vale la pena.
Yo crecí bajo el mandato del presidente Chávez, por lo que no conocí otro gobierno. Más, aun así recuerdo lo bonito de mi niñez en una Venezuela próspera y alegre. Pude ver, al crecer, como los jóvenes de mi país, salían a las calles a protestar y, como buena muchacha indiferente a la situación del país, no les presté atención.
Luego de empaparme un poco sobre el tema, pude comprender lo grave que estaba la situación en mi país por lo que de forma pacífica, también salí a la calle a ejercer mi derecho a protestar por un cambio.
Hoy, puedo decir que me he despedido de casi todos mis amigos, quienes en algún punto decidieron aventurarse a ir en busca de un mejor futuro, en tierras desconocidas, siendo extranjeros. Y esa, es una de las razones por las cuales, yo, si voy a salir a votar.
Voy a votar por cada lágrima, que se derramó en alguno de los aeropuertos, donde se presenciaron las despedidas más duras. Voy a votar, por cada familia, que perdió a un ser querido mientras salían a luchar por un cambio. Voy a votar, por cada niño que tiene que buscar comida en la basura, para poder acostarse a dormir en la calle, con algo en el estómago. Voy a votar, por cada vida perdida en los hospitales, debido a la falta de insumos, para que en un futuro, no muy lejano se les pueda brindar una atención médica de calidad. Voy a votar, por quienes están fuera, anhelando volver a casa.
Voy a votar por mí y porque quiero un futuro próspero para mi país.
